Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]

Capitulo 76: Silencio a voces

29th Octubre
9:22 A.M.

∆

La noche fue buena y la mañana aterradora.

Sus ojeras parecían ser el inicio de un nuevo ciclo de insomnio que ya estaba por dejar a atrás ¿O quizá haberse desvelado tanto lo ayudaría a descansar mejor la siguiente noche? Era probable, bastante a decir verdad y probar no le sentaría mal.

Buddy estaba tan feliz como él debería estarlo o como se sentía comprometido a estarlo después de ver a Helen, más algo extraño había en su estómago que hacía que se sintiera más pequeño e inquieto de lo normal. Podría ser un síntoma de enfermedad que confundía con la tonterías como los cadáveres de mariposas que quedaban de aquella relación, no lo sabía con certeza y pensó en aclarar su mente con Kanaya en cuanto la vio por los pasillos, más sus pasos se detuvieron a medio camino al meditarlo mejor.

Le gustó estar a solas con Makara, ya sabía lo que Maryam diría al respecto, así como respectivamente lo que diría Rose y la emoción confusa que exploraría con Dave. Ese patrón lo dejó mal parado la última vez y... No, todavía no.

Iba a caminar más lento esta vez.

– ¿John? –Ya estaba demasiado cerca por lo que Kanaya percibió su presencia y lo saludó al verlo estático con la cabeza en la nubes–. Buenos días.

– ¡Hola! –Regresó en sí y la saludó con una sonrisa– ¿Qué tal el día? 

–Hace buen clima –Cerró su casillero y abrazó la carpeta entre sus manos– ¿Puedo ayudarte en algo?

–Amm... –Alzo una mano a la altura de su hombro y la bajo lentamente mientras todo lo que ya había resuelto, volvía a enredarse ¿Tantas interrogantes tenía en la frente que lo hacían obvio? Eso o es que no hablaban más que de problemas–. No lo sé.

Ella no era la psicóloga,era más bien la ayudante de la misma que sabía los procedimientos y lainformación necesaria para ayudarlo, siendo buena con la terapia espontánea yrespetando la privacidad de cada caso, cosa que Lalonde no hacía y siemprehabía sido fanática de regañarlo en público por sus errores; era buena amiga asu modo.

– ¿Prometes no decirle a nadie que estoy saliendo con Helen? –La pregunta terminaba en el "nadie" pero de los nervios el resto salió de sus labios y la presión se le bajó–. Ay.

La chica parpadeó con la misma expresión que antes: serenidad y sin gramo de molestia o residuo de alguna otra emoción. No le causo impacto ni mucho menos sorpresa, era algo normal regresar con quien amas cuando lo amas y es lo que le explicaría en palabras que Egbert pudiera entender.

–No tiene nada de malo, pero si no quieres que le diga a nadie, no lo haré –Asintió– ¿Desde hace cuánto salen?

–Anoche, literalmente salimos –Señaló con el pulgar detrás de su hombro–. Afuera, al exterior, salir de un lugar, salir de casa; no salir de andar o de gustarme, aunque posiblemente me guste, pero no sé si... No lo creo, sólo salimos de un lugar para ir a otro como las personas lo hacen todo el tiempo.

–Sí, eso hacen.

–Si cruzas esa puerta –Con un dedo apuntó la primera entrada al salón de la clase B más cercano–. Estarías saliendo de un lugar a otro.

Se estaba complicando demasiado por algo tan simple. Percibió un aroma de John que le parecía muy particular a como lo era antes, quizá se debía al contacto reciente con Makara, no había notado que éste cambiaba cuando estaban cerca y que cuando pasa mucho separado de ella, su olfato se vuelve sensible y entonces el aroma se vuelve como el polen: no es desagradable, pero te hace estornudar.