Capitulo 58: Prey

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27th Febrero
1:00 A.M.


Volvió a dejar de comer, más no de tomar café. No era tonta.  

Los primeros días, se arrastraba por el suelo, dejando un mar de lágrimas a su paso por todo lo que había sucedido, por todo lo que la hacía sentir, sin poder moverse mucho por el temblor tan brusco en sus piernas que le impedían pararse y el poco arrastre que conseguía al tener lesionada la muñeca de la mano que terminó con la vida de un hombre. Duró aproximadamente tres días en el mismo estado y luego, nada.

Su familia se preocupó hasta el séptimo día, percibiendo a Helen más como un fantasma que de vez en cuando salía al baño para orinar o para vomitar del dolor tras haber llorado por mucho tiempo. Quizá no se preocuparon lo suficiente para preguntarle si había probado bocado o si planeaba ir pronto a la escuela. 

No salía de su cuarto más que para lo mencionado.

Al octavo día, Highblood pensó que le había dado suficiente tiempo para recuperarse, se tomó una semana entera y no necesitaba más. Era un cuerpo más el que dejó botado cerca del lago, inclusive tal vez se lo hubiera celebrado sino fuera por la charla tan severa que tendrían apenas tocó la perilla que abrió la puerta a su habitación.

– ¡Buenos días, princesa! –Saludó el gran hombre a su hija, quien estaba recostada en su cama con dos almohadas en la espalda para apoyarse y las ojeras debajo de sus ojos tan moradas como si le hubieran golpeado– ¿Cómo estás?

La pregunta más tonta del año.

Estaba hecha mierda, apenas se podía mover y cuando su cuerpo reaccionaba era para llorar, sufrir, recordar y temerle a todo lo que estuviera detrás de la puerta de madera por la que justo entro su padre. Una niña asustada de los monstruos en su armario, pero en este cuento, ella estaba tras ese armario y algún día tendría que salir aunque esto asustase a un par.

Habría que decir que lucía mejor que otros días. Hoy no había llorado tanto y sus ojos no estaban tan hinchados.

– ¿Tienes un minuto? –Sin esperar respuesta, se sentó a orillas de la cama de su hija y tomó aire–. Tenemos que hablar.

– ¿Pasó algo? –Su paranoia se activa enseguida, la había tenido desde la primera noche que paso después de su homicidio totalmente voluntario. Todos los días despertaba pensando que la habían atrapado y que su vida terminaría, todos. Oír aquello no la tranquilizaba.

–Mataste a alguien por encima de tu linaje, eso fue lo pasó, hija–Su tono de voz dejó de ser amable y adoptó una postura seria que rara vez tomaba del armario para portar– ¿Sabes los problemas que me va traer eso? Primero sales con alguien por encima de tu linaje y luego matas a alguien igualmente por encima ¿Buscas arruinarme?

Sin mencionar que su actual novio "el nerdo" para Highblood era un indigno y atrevido que plantó cara a alguien que por herencia era mejor y más poderoso que él.

La cara de la joven estaba totalmente confundida por lo que le estaba diciendo ¿Es que su padre realmente creía que todo fue extremadamente premeditado? Esto no se trataba de un plan contra él, Eridan mató a su perro y ella reaccionó, quizá no de la mejor manera, pero esa era la verdad de los hechos y no lo que Highblood intentaba vender.

–Hija –Continuó su discurso–. No puedes meterte con personas arriba de ti porque eso me trae consecuencias a ti.

–No me llames hija, ni siquiera saben que soy tuya –Reclamó algo que era verdad: pocas personas sabían que tenían relación sanguínea–. No te va traer problemas.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora