Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]

Capitulo 39: Hermandad

23th Diciembre
1:32 A.M.

Dave

Puede que efecto haya metido la pata lo más hondo posible con John, no sé qué me había pasado ni por qué, pero igual estaba un poco harto de darme cuenta que el origen de que muchos de mis seres queridos fueran arrastrados a un problema fuera Helen y casualmente también eran problemas propios de ella. Había visto a Dirk metido en mucho a lo largo de los años y los veía venir para John cuando empezó a quererla, pero venga, nadie elige de quien se enamora y sabía un poco de ello. Era su primera novia y siempre se mantuvo muy emocionado al respecto, pero ¿Por qué esa bola de problemas?

Tengo la cabeza muy caliente para pensar distinto de Helen, por el momento. Si fuera completamente mala, me hubiera hartado muchísimo antes. No estaba enojado con ella, sino que posiblemente conmigo.

Apareció como si hubiera logrado manifestarla, cerrando la puerta lentamente para no hacer ruido, pero dio un pequeño brinco cuando me vio en la sala.

Era la última persona que quería ver, a decir verdad.

– ¿Todo bien? –Pregunté con una sonrisa claramente forzada.

Sólo se quedó parada, con la boca un tanto entre abierta y sujetándose ligeramente los dedos de ambas manos. Muda, como un mal maniquí.

– ¿Tan fea está la situación con Gamzee? –Volteé a ver la hora en mi celular y me paré porque no quería quedarme dormido de nueva cuenta en el sillón, cosa que probablemente pasaría si me seguía de largo viendo la TV. Tomé el control y la apagué– ¿Lo resolviste?

Cuando me giré para verla, estaba llorando en silencio. Me impacto verle así: con las piernas temblando al igual que sus labios, sujetándose las manos como niña asustada y las mejillas mojadas, la nariz morada; estaba inconsolable. No me desvió la mirada, no hizo por irse ni por evitar que la viera, sólo temblaba en su sitio mientras sollozaba de una forma apenas audible.

– ¿Estás bien? –Me acerqué a ella con un tanto de rapidez.

Sacudió ligeramente la cabeza, llorando con toda la negación del mundo. Por instinto o por melancolía, le abrí un poco los brazos y ella en seguida se lanzó, casi tumbándome.

–Hey –Dije en voz baja mientras veía cómo es que me iba a empapar la camiseta después de que se soltará totalmente a llorar–. Ya está, no te preocupes –Le di un par de palmadas en la espalda–. Todo va salir bien.

A cada palabra, ella botada más de 3 litros de lágrimas extras, se ahogaba los sollozos y llanto en mi camiseta y se aferraba a mis costados con todo el filo de sus uñas, lo que ella no sabía es que la tela no era tan gruesa y me estaba agarrando indirectamente la piel.

Me estaba tocando mucho el corazón.

Recientemente dije que era una bola de problemas, pero creo que perdí de vista que no eran suyos sino de su familia, ella no era el problema sino que simplemente absorbía los problemas de su apellido, de sus amigos, incluso un par de los míos cuando éramos niños: tenía un vago recuerdo de defenderme contra mi hermano por no recoger unas cosas y hacerlos ella. No era una bola de problemas andante, era una esponja de ellos.

Siempre tan tranquila, tan pasiva y pacífica ante todo, pero por dentro ¿Lucía así? Era posiblemente la primera vez que la veía llorar tan fuerte.

Tenía unas ganas inmensas de salir corriendo a pedirle perdón a John por decirle todo aquello acerca de su novia, cuando realmente estaba sufriendo el problema y yo sólo pensaba en la posibilidad de que Karkat saliera afectado cuando ni siquiera sabía si había una posibilidad de que ella volviera a la ciudad. Me estaba revolviendo dentro de mi cabeza, primero tenía que disculparme con ella.