Capitulo 60: Buddy

60 10 98
                                    

17th Marzo

La discusión con Rose y la falta de comunicación de Helen le había dejado un mal cuerpo brutal, tanto así que sus pies caminaron por él hacía el final del día a la casa de los Makara, buscando entrar por la puerta después de mucho tiempo y plantándole cara a quién le tuviera que plantar. 

No estaba de humor para juegos estúpidos ni para padres idiotas. Quería ver que su novia no estuviera amordazada por orden de su mismo padre por motivos que ni él podría justificar y sólo lo rebuscaría hasta incriminarlo cada vez más.

Quería ver que estuviera viva.

Pero su focalizado objetivo fue despistado al oír algo saliente del bote de basura de la entrada en la casa de la familia que se llevaba el premio a ser la peor, por lo menos, en su barrio. Se acercó a de donde el estruendo salía, y abrir la tapa del basurero, se encontró con el cachorro rechazado.

Kurloz lo tiró por su seguridad para evitar que cayera en las manos de Highblood, sabía que personas con el corazón que tenía John lo recogerían (tal cómo el muchacho lo hizo) dado que él no tenía ni la más mínima intención de tener otro adefesio de animal rondado por la casa.

Podía justificarlo, más no le quitaba lo terrible que era haberlo hecho.

El ambiente se sentía tan nublado, pesado, sólido como el gris que iluminaba un cielo a su alrededor aunque la lluvia no llegaba y quizá no llegaría aunque las nubes estuvieran allí, tal como Helen que a pesar de tener intenciones de volver, lo haría o no. Indeciso como el clima y el tiempo sobre éste. Tan paralelo e inexacto; tan negativo como el ambiente.

Miró la fachada de la casa con odio, haciéndose a la idea de lo ocurrido tras los muros y la regresó hacía el canino para acomodarlo bien entre sus brazos, acomodándolo de cierta forma que no lo orinase (si es que por error lo hacía) en su ropa.

Helen no estaba en casa, eso estaba claro.

No permitiría este tipo de acciones estando tan cerca de la fecha de lo sucedido con Norian y tampoco en general, no era su naturaleza. Podría hacerle eso a un humano, alguien de su especie, más no a un indefenso cachorro que apenas entraba ambas palmas del muchacho.

El cachorro no tenía la culpa, John tampoco. Dos inocentes en el lugar y la hora equivocada que acabaron enganchados de alguna forma a algún miembro de la familia de sangre tintada a morado. En sus ojos se reflejaban los suyos. No iba a dejarlo botado ahí.

Los estruendos ilegibles se escuchan dentro de la casa, pero no se quedó mucho tiempo para averiguarlos por si salía contraproducente. Le importaba una sola Makara, no todos ellos.

Se alejó a pasos rápidos del lugar con el cachorro y marcó por teléfono a su roomie.

– ¿Jake? –Preguntó apenas escuchó que tomaron el teléfono.

– ¡Hey! ¿Cómo va todo? –Contestó tan animado como acostumbraba, sin saber la cantidad de negatividad concentrada que había al otro lado del teléfono– ¿Cómo esta Helen? Salúdala de mi parte.

–Si... Emm... –Miró al cachorro entre sus brazos y suspiró–. No está en casa.

– ¿Cómo dices? Pero si hoy salía temprano –Ella no podía saberse su horario de clases, pero English lo tenía más que calibrado–. Siempre llega con Gamzee cuando sale temprano.

–De no ser así ¿A dónde?

–Con Dirk –Contestó con tanta confianza que debía ser verdad–. Aunque... Desde lo de Norian no la eh visto mucho con él, tendrán su tema o eso supongo.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora