Capitulo 53: ¿Sanos?

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31th Enero
0:23 A.M.  

Sus ojos tenían un grave problema con coordinarse y de no conocer la calma que tenía hasta para respirar, preocuparía. La imagen se le duplicaba y su cabeza dejaba de sostenerse como la de un bebé recién nacido. Creyó que las manos de Nitram sobre su cara serían la cura para tanto estrés escolar y un posible estado de ebriedad.
 
Lindo cuánto menos.

– ¿Puedes ver mejor? –Preguntaba la inocencia de Tavros mientras que Gamzee, sentado junto a él, sostenía sus muñecas pegadas debajo de sus ojeras para estampar completamente la palma en sus ojos como si fueran un antifaz para dormir–. Uh ¿O no?

Asintió varias veces en silencio y sus hombros fueron en dirección al suelo.

–Tienes manos jodidamente suaves –Gamzee acariciaba con los pulgares la parte dorsal de sus manos y un gran suspiro salió por su nariz–. Como putas plumas de ganso.

– ¿Has tocado plumas de ganso antes?

–Las toco ahora.

Un buen lugar de escape para lo–que–sea siempre fue el dormitorio de uno de los amigos que posiblemente frecuentaba más que a su propio padre durante sus idas y vueltas: Tavros Nitram. Sus hermanos estaban entrenados para informarle a cualquiera que preguntaba que no sabían dónde cuando realmente lo hacían. Mejor para ellos, así alguien más limpiaba sus desastres.

Su reciente huida era por sus mismos cómplices y su padre, por quién a veces tenía cariño distante y viceversa, excluyendo a su hermana quién probablemente lo vería de cinco años hasta los cuarenta a pesar de ser ligeramente mayor. Debería ser algún tema de maternidad deprimida que posiblemente quería sacar a la luz desde que la escuchó cómo intentaba ser madre. De cualquier modo, su casa le fastidiaba e incluso le atemorizaba estar en un radio de dos metros del librero que le tiró su padre encima; uno más a la lista de traumas por lo que cualquier persona engendrada por Highblood debería y debe ir al psicólogo.

–Uh, creo que te despintaste –Dijo Tavros en cuanto Gamzee despegó sus manos de su rostro– ¿Quieres un espejo?

–Quiero que ningún hijo de puta te dañe a ti y a Helen –Lo señaló por si no quedaba claro que hablaba de él–. Porque los quiero.

–Y yo a ti, colega –Sonrió–. Siempre eres bienvenido.

Tanta alegría le daba a Makara escuchar eso que agarro al muchacho como si fuera un peluche, estrechándolo en un abrazo que le tronara la espalda, imposibilitándole el usar los brazos al envolverlos igualmente. Del abrazo se echó de espaldas a la cama, soltando un suspiro y a Nitram en el acto, dejándolo un tanto mareado al sentir el giro tan repentino, nada sano para su sentido tranquilo de vida que se rompía con las apariciones de Gamzee.

Lo puso a un lado, igualmente brusco, y se acomodó para verle de frente.

–Ahora tú estás jodidamente manchado –Decía con la mitad del maquillaje de la cara arruinado y la mejilla del segundo con una mancha parchosa de blanco–. Me gusta.

–Tu, tu, tu –Repetía con un temblor en la voz al ver como una de las culebras mascota de su amigo estaba adherido a su oreja como si la usara de pendiente y sólo Dios sabe cuántas veces tuvieron que pasar para que dejará de tener sensibilidad en el área mordida como para ignorarla– ¿Calliope era?

–Este hijo de puta –Lo arrancó de su oreja y se lo estiró a Tavros, haciéndolo echarse para atrás y chocando la cabeza ligeramente con la persiana, haciendo un ruido escandaloso que lo asustó más que la serpiente exhibiendo sus grandes colmillos frente a él–. Es Caliborn.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora