Capitulo 13: Moirail zone

105 15 32
                                    

10th septiembre
11:03 A.M.

Eridan

Era muy temprano para hacer riñas, pero Hel estaba haciendo un alboroto en la entrada de la biblioteca. No me gustaba entrometerme en ese tipo de escándalos, pero me interesaba escuchar así que me quedé detrás de un par de casilleros cercanos a la entrada. 

–Lo siento, pero vas a tener que pagar la multa –Le explicaba una voz más madura y calmada–. Tenías que entregarlo ayer, ya sabes cómo funciona. 

–Estuve aquí ayer –mentira–. Pero nunca hay nadie. 

–Tengo un total de 16 notas tuyas con fecha, libros que tú misma firmas como recibidos, nunca te detiene que no haya nadie –Pausa–. Siempre eh aceptado tus notas, pero no acepto este retraso: vas a tener que pagar.

Todo un enrollo para un multa que era nada, era simbólico. Cualquiera podría pagar esa pequeña suma. Además, el límite con los libros era de cuatro días, sólo un tonto perdía cuatro días haciéndose lo que es, un tonto, para entregarlo a última hora. 

Me había perdido un poco dentro de la conversación hasta que escuché lo siguiente: 

–Tal vez deberías dejar de sacar libros que no puedes leer –El tono maternal que estaba usando la mujer dejaba mucho que desear, pero en base a la información iba sobrada–. Dime cuánto recuerdas de cada uno si no tengo razón. 

Entonces Makara no lee, pero aún con eso ha pasado hasta segundo año en el instituto. No sé qué pensar al respecto además de lo obvio. 

–Ya está, toma lo de la multa –Fue lo último que se escuchó antes que empezarán los pasos violentos de regreso. 

La logré interceptar a la mitad del camino, ella se detuvo y respiró profundo con los ojos cerrados. 

–¿Por qué todavía me sigues? –Fue la pregunta más tonta que le pudo salir–. No hay manera de qué supieras que estaba aquí ¡Ya! 

–No te estoy siguiendo –Fruncí el ceño–. No eres tan especial –Hice una pausa para sonreír– ¿Entonces no lees? digo, no sabes. 

Me miraba con una furia que me obligaba a sostenerle la mirada, tenía unos ojos muy oscuros con un iris que parecía de caricatura mal dibujada: con tonos cafés desiguales, se empezaba a ver mal si lo veías mucho tiempo. 

–Eres un stalker obsesivo de mucho cuidado, Eridan –Me señaló de una forma muy grosera antes de emprender un paso que paré tomándola del brazo– ¡Qué no me toques! 

–Te teñiste el cabello sólo porque dije que me gustaba como lo tenías antes –Arrugó el ceño, como si no lo supiera– ¿Quién es el que le estaba prestando demasiada atención al otro? 

La solté del agarre, pero no se movió del sitio. Era un total difamación que alguien como yo se molestara en acosar a Makara, era una idea que iba a tener que descartar de su cabeza tan rápido como fuera posible. Ahora tenía un ligero temor de que sus acusaciones en mi contra pronto algo al reverso. 

-¿Por qué me molestas tanto? Entiendo lo del mismo color, pero no el por qué -Contestó con toda la ignorancia del mundo. 

Hel era alguien que todavía no entendía que su sangre y la mía eran cosas diferentes ya que incluso dentro de las sangres altas hay niveles que estoy dispuesto a respetar. Pero ella llegaba tarde a esta conversación.  

–¡No es lo mismo! –Contesté a su ignorancia–. ¿Cómo te atreves? 

–Es lo mismo –Afirmó Helen–. Así como es lo mismo tu maldita obsesión con pasar casualmente por el mismo sitio de la universidad que yo, en domingo. 

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora