Capitulo 20: Ánimo reptil

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27th Noviembre
2:23 P.M.

La pareja se había alejado del resto para tener una conversación más privada y sin comentarios que no vinieran al caso que lograrán interrumpir la seriedad del asunto.

– ¿Volvió tu papá? –Fue la pregunta que arrancó la conversación de una forma inesperada para la Makara.

Era muy de sorprenderse que John Egbert a tan poco de relación con Helen Makara ya supiera que si Highblood así lo quisiera o no, le podría lastimar el dedo y el brazo entero. Ya sabía los niveles que se encontraban en su familia.

La chica evitó tomar esa carta, ¿Para qué meterse en tema familiar? No quería tener esa conversación, ni siquiera ella estaba lista para ponerse a hablar consigo misma de su padre como para que fuera mínimamente posible que su novio lo estuviera.

–No, eh... –Se acomodó el cabello con la mano que John no tenía capturada entre las suyas, viéndola con un total análisis–. No fue mi papá –Terminó de responder en voz baja y apretó los labios.

–Entonces ¿Qué pasó? –La intranquilidad de John se le notaba en el rostro, en los ojos que indicaban tristeza como empatía.

Helen se sentía mal por lo que iba a decirle, por el teatro que Strider le había ayudado a montarse en dos segundos y que de alguna manera formidable fue efectivo.

Al respirar sintió como si vidrios en los pulmones le cortaran aire y oxigena al jalar por la nariz.

–Estaba cortando cosas en la casa con un... –Tuvo que apretar los ojos para recordar la palabra que se le había perdido–. Un cutter.

– ¿Pero cómo? –Le sujetó ambas manos.

–Gamzee me dio un leve empujón, sin quererlo –Mencionó lo último de golpe, resaltándolo para que no hubiera ninguna distorsión en la ya distorsionada persona que era su hermano–. Sólo fueron unos puntos, salí rápido de la consulta.

–Me hubiera gustado saber que estabas en el hospital –El comentario de John se sentía apagado.

Fue un momento de presión en el pecho de Egbert debido al desfortunio de no haber estado junto a su amada cuando lo necesitaba. Era una pena pequeña pero importante para él. Acarició su mano herida, rodeando la zona vendada del meñique y muñeca, procurando no causarle molestias físicas.

Para Helen, fue un momento de claridad: estuvo rodeada de alguien tan poco discreto como Jake, alguien muy cercano a John como Dave, alguien despistado como Gamzee y alguien a quién no le importa tanto nada como Dirk, y ninguno dijo una sola palabra al respecto. Todos habían sido prudente al guardar el pequeño secreto que suponía y no se los había agradecido.

–No fueron más de veinte minutos, hubiera tardado más en llegar –Sonrió para transmitirle calma–. Está bien, me lo quitarán en unos días.

Ni siquiera sabía cuándo se lo quitarían.

–De acuerdo –Aun con incomodidad, el chico formó una pequeña sonrisa y la unió en un abrazo– Que bueno que estás bien.

–Ya vale ¿Cómo creías que iba a estar? –Había hecho reír al muchacho–. Vaya que eres un neuras, eh.

–Lo siento, lo siento –Volvió con su risa discreta–. Venga, estás aquí y estás bien, entonces yo estoy bien.

Se sentía menos tenso el ambiente después de tener una menos cosa que ocultar, o la más evidente a la vista.

La paranoia de Makara se hizo presente al ver muy por lo lejos una cabellera que suponía era de Serket, quien muy probablemente era de otra estudiante con el único pecado de tener algo similar con la araña, pero dudar no era opción.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora