Capítulo 40: HBD Helen 2/2 (!)

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[TW: Smut]

27th Diciembre
10:14 P.M.

Se sentía como una muchachilla de secundaría, quien a escondidas de sus padres había colado a un chico a su habitación. La casa era realmente silenciosa a una hora donde no debería de serlo, era temprano pero pareciese que la decisión fue unánime al irse al dormir. El silencio provocaba una sensación en Makara de que estaba haciendo todo esto a escondidas, por lo que estuvo atenta a cada ruidito que escuchara en lo que se escurría con John hasta la habitación del mismo ya que en el cuarto que le correspondía a la chica, había un rubio con insomnio que los escuchó al entrar aunque le importaba una mierda.

Helen estaba postrada encima de John, besándolo de la misma manera que hace unos minutos, moviendo sus caderas al mismo ritmo con el cuál se besaban, chocando con el otro y presionando cada vez más. Las manos temblorosas de Egbert le quitaron la camiseta a su chica y ésta, sin aviso previo, metió una mano a sus pantalones.

- ¡Espera, espera! -John se había puesto tan nervioso que su rostro se tornó totalmente rojo, sacándole la mano con vergüenza-. Todavía no.

- ¿No? -Preguntó con decepción. Era lo mismo que la última vez, todo estaba bien hasta que lo tocaba de una forma más directa y era entonces que se iba a la mierda. Una vez estaba bien, dos veces ya era algo... La hacía sentir mal. Fue como apagar una chispa en ella, transformando las ansias en tristeza.

Estaba fuera de la normalidad el que esa chipa se apagará para ser tristeza y no se propagará para convertirse en un cólera con toda la expresión de la palabra, dicho cólera que Karkat y Terezi habrían reconocido como uno de aquellos que la hacían romper vasos de cristal contra el suelo y romper los cojines del sofá. Makara estaba orgullosa de no presentar esa faceta ante John y prefiriendo mostrar sus bajas emociones.

John, airado como estaba, sólo se detuvo a mirar la forma en como la expresión de Helen cambió tan drásticamente. Sintió una punzada en el corazón. Quería hacerlo, no sabía hacerlo, pero quería. Se ponía muy nervioso por tenerla tan cerca con sus manos tan frías y sentía una brisa de aire gélido en las piernas.

-Okay -La chica se acercó para darle un beso cortito en los labios y después se desplomó en su pecho, abrazándolo-. Hoy no.

En vez de tristeza, sintió impotencia. Era la segunda vez que su novia cedía ante sus temores, siendo algo que en varias ocasiones ella le había repetido que quería y él no podía.

- ¿No tienes hambre? ¿Quieres que baje por algo a la cocina? -Preguntó la chica con intenciones de salir de la situación tan incómoda en la que se encontraban.

Logró consternarlo el hecho de percibir el temblor en la voz de su mujer.

Egbert pensó: era un hombre adulto que se la vivía soltando excusas de poco en poco hasta formar montañas como si fuera excremento de conejo. Si no perdía la virginidad hoy, lo haría después, lo haría en algún momento de su vida a no ser que su temor a que algo saliera mal fuera tan grande que moriría tal que así: temeroso y virgen. Consigo estaba una mujer que consideraba hermosa, perfecta de pies a cabeza. Con la paciencia del mundo en sus manos y una personalidad cambiante, pero persistente cuando se encontraba a su lado ¿Quería perder la virginidad con esa mujer o esperaría a que la suerte le pusiera otra igual en su camino?

Una vez más, no hubo una respuesta, al menos no una verbal. Se hartó tanto que lo siguiente que hizo fue tomar a la Makara de cintura para echarla sobre la cama y ponerse encima de ella. Ya no iba a dejar ir más oportunidades, no quería crearse un miedo persistente de que podría dejarlo por esto, así que lo enfrente como todo un hombre: actuando.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora