Capitulo 22: Be A Problem 2/2

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28th Noviembre
1:00 P.M.

Eridan

– ¿Por qué mierda haces eso? –Le pregunté a Vriska, a la par que le quitaba el teléfono celular de las manos–. Es una confesión, te vas a meter en problemas.

Tenía una conversación con John dónde básicamente le decía todo el asunto del accidente ocurrido con Helen. Que pobre chico, debió darle muerte cerebral al leerlos (y estaba marcado como que mínimo abrió la conversación) o fingió demencia como las zarigüeya cuando tenían miedo.

No me extrañaría que el sistema nervioso de Egbert fuera por completo el de una zarigüeya, el parecido ya lo tenían.

– ¿Y quién va ser una mierda? ¿Tú? –Le regresé el teléfono, estrellándolo en su hombro hasta que lo tomó. Ella sonrió como si le hiciera un favor.

–No te concierne –Le aclaré, señalando el celular en su mano–. Él lo iba a saber tarde o temprano.

–Ay que nena estás, Ampora –Se hizo el cabello que caía sobre su hombro hacía el otro lado–. Amaneciste más nena de lo normal.

Con el celular en las manos, vi como esperaba pacientemente a que respondieran su "confesión" con alguna cosa del estilo "Gracias por avisar" "Me haré cargo" como si la muerte cerebral de John no hubiera ocurrido apenas leyó la mitad de los textos.

Estaba confundido sobre si intención era corromper un cuadrante colorado o corromper la estabilidad personal de Hel.

Nunca había visto tanto pánico en una persona tan rígida sobre sus emociones, era obvio que alguien con una mierda de actitud era alguien con más mierda detrás que lamentar y Makara la sacó toda, moliendo a golpes objetos meramente inanimados en la sala del auditorio.

No importaba realmente cuál opción quería lograr porque o lograba las dos o no lograba ninguna.

– ¿Qué te dijo? –Me asomé para corroborar si había obtenido una respuesta.

–Ah, pero mira –Sonrió por encima del hombro–. Mucho interés para alguien que no le interesa un carajo.

–Tú no me importas un coño –Aclaré y luego señalé el teléfono–. Pero esto sí.

El chat no marcaba que estuviera escribiendo una respuesta, sólo que seguía conectado y que era obvio que no tenía intenciones de responder. Ni siquiera yo hubiera podido contestar. No hubiera abierto un chat con Vriska, en primer lugar.

–Ya veo –Apagó el teléfono–. Ella te trae... –Intentaba hacer movimientos con las manos para que yo continuará la frase, pero no me gustan esas idioteces–. Algo tonto.

–La única tonta aquí eres tú y tómalo como un halago.

Era prepotencia de Serket era algo que ni la misma mano de Dios podía cambiar, era lo más inútil y molesto del mundo, era insoportable estar un segundo más aguantando ello.

Pero quería enterarme de todo, de primera mano.

De cualquier forma y hasta cierto punto, era gracias a ella que me había enterado primero sobre cómo iba a rebanar el dedo de Makara.

Puede que provocar un accidente que pudo terminar sin el meñique de una chica, haya sido demasiado fuerte para enviar un mensaje tan simple como "Déjame en paz" o "A ver si dejas de meter las narices en lo que no te importa" quizá sea una mezcla de ambas que terminó muy mal ejecutada.

Pero funcionó.

El océano era nada en comparación a lo que había llorado, lucía como si tuviera una gripe progresiva y muy asustadiza. Todo eso a partir de un dedo. Helen no lo iba admitir pero manía no era lo que le tomó a Vriska sino cierto grado de temor, aunque fuera pequeño. Dudo mucho que tuviera las agallas de volver a tan siquiera gritarle a Serket de la forma en cómo solía hacerlo antes.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora