Capítulo 30: Más que fobias

110 12 32
                                    

11th Diciembre
12:33 P.M.

Helen

–Agárrame el cabello –Dije con mis últimas fuerzas mientras me intentaba apoyar con la pared.

–Es que no puedo –Jake estaba por ponerse a llorar como niño pequeño–. O tomo tu cabello o te tomo a ti.

–Pues no me agarres a mí –Me hizo caso, me soltó y casi besaba el suelo sino fuera porque me consiguió tomar de vuelta–. Olvida lo que dije, por favor no me sueltes.

Me sentía débil, estaba vomitando, con toda la justa razón después de volar a la quinta mierda durante tanto tiempo y bajó tanto ruido. Pero la loca era yo por advertir que esto pasaría y la biblia dice que vendrán cosas peores.

El estómago me dolía, era ese dolor no se iba acabar hasta que vaciara hasta el desayuno del día anterior. Pero la loca seguía siendo yo. Esperaba de corazón que English dejara de insistir o que mínimo acabará vomitando conmigo, pero a solas porque si no me iba incitar a hacerlo otra vez.

– ¿Estás bien? –Se asomó Jade con toda la preocupación del mundo en su voz.

– ¿Te lo pare...? –Tuve que interrumpirme porque me giré para vomitar.

–Voy por agua –Fue lo que dijo antes de retirarse.

Sentía como se me iba la vida entera por el esófago y me estaba mareando más con sólo pensarlo.

–Ya está –Apoyé los pies a como pude y apreté la punta de mi nariz, haciendo que el aire sólo entrará por la boca; un pequeño hack que me acababa de sacar del culo–. Ya estoy bien.

– ¿Ya estás bien? –Preguntaba English con mucha inseguridad en su voz. No me soltó enseguida sino que fue gradualmente por si se me ocurría volver.

Mirando el suelo me encontré con el retrete, ver todo aquello que había depositaba, hizo que me dieran ganas de nuevo y volví a tirar el estómago por la ventana.

Gracias a los astros por tantos años de amistad que hicieran que pudiera tomarme a tiempo para que no me fuera de luces con mi vómito.

– ¿Cómo es que consigues vomitar tres veces tu peso? –Se escuchaba tan desesperado como probablemente se veía–. Ni siquiera te vi desayunar.

Cerré los ojos con toda la fuerza del mundo, volví apretar mi nariz y nuevamente me puse de pie. La fuerza con la que me hice para atrás inicialmente hizo que golpeará a English y en segundo lugar, hizo que mi anemia se activará y me diera para abajo.

– ¡Ay, Helen! –La tercera fue la vencida y ahora sí llegué a caer sentada, pero fue amable al sostenerme para jalarme hacia arriba– ¡Perdón, perdón!

– ¿Sigues con eso, Makara? –Se asomó Dirk– ¿Cómo vomitas más de lo que comes?

–Eso le dije –Le contestó Jake mientras mis conexiones neuronales volvían a reaccionar correctamente.

–Dámela –Me pasaron como balón y me dio vértigo en el acto, reiniciando mis tres neuronas–. Ya, llevas media hora ahí. Gobiérnate.

Se me enredaban los pies tal borrego mientras intentaba ponerme de pie, pero le agoté la paciencia o algo porque mejor me tomó como costal de papas sobre el hombro.

– ¿De qué te sirve vomitar si pesas lo mismo? –Gruñó–. Estás haciendo berrinche.

–Está enferma –Al menos tenía un amigo que se preocupaba por mí–. Se mareo.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora