Capítulo 27: Examen

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3rd Diciembre
4:05 A.M.

John

No era la primera vez que la llevaba a casa, pero si la primera que la llevaba tan de noche. Quería que llegará bien, aunque sabía que podía defenderse, me quedaba la espina desde la última vez que no fui con ella y acabó en pleito fuerte con Vriska, un dedo menos y otra serie de eventos que no me gustaría recordar. Habíamos tenido un efecto Dominó para mal que teníamos que componer.

El problema era cómo me regresaba.

– ¿Está tu papá? –Le pregunté cuando estábamos sobre la calle de así casa.

–Puede, puede que no –Ladeó la cabeza–. Ya me has dejado cuando él está, no pasa nada.

–Eso no lo sabía –Arrugué el gesto y me puse a recapacitar.

–Esta Kurloz, si te hace sentir mejor –Rodó los ojos–. Él si te podría decir algo.

– ¿Cómo dices? –Me confundió lo que dijo.

– ¿Cómo digo de qué?

–Sí, eh... –Quise intentar explicarle, pero por alguna razón, algo me decía que se podría enojar–. Sabes, no importa tanto.

Había notas mentales que estaban muy sujetas en mi cabeza, una de ellas era la forma en que repartía golpes Makara. Era más bajita, pero más brusca.

Me tenía sujeto del brazo, haciendo que por inercia lo doblará para que ambos pudiéramos acomodarnos.

– ¿Cómo te fue en el examen? –Pregunté para hacer una pequeña conversación antes de entregarla en casa.

–No fui –Suspiró con gesto preocupado–. Con la esperanza que los extras fueran en dos semanas y no fuera al viaje.

–Sí que le tienes miedo a las alturas –Pasé mi brazo sobre sus hombros.

–No, no –Negó con la cabeza–. Me quedé dormida, más horas de las que me gustaría admitir.

Ahí la razón de que estuviera tan activa a estas horas. Yo ya estaba a dos parpadeos de empezar a bostezar.

Empezó a sacar las llaves de su pantalón debido a que estábamos a unos pasos de la puerta de su casa.

–Hey, que no te coman los lobos de regreso –Bromeó mientras buscaba entre el llavero.

– ¿Hay lobos en esta zona? –Volteé hacía los lados y ella rió.

–No, de momento –Conectó la llave a la puerta y la dejó ahí para voltearse–. Pero puede que los despiertes de sus... ¿Fuentes? ¿Cómo se decía?

– ¿Escondite? –Chasqueo los dedos y me apuntó en aprobación–. No tiene nada que ver con fuentes.

–Tampoco los lobos en la ciudad y estábamos hablando de ello.

Empezamos a reír muy bajo por la hora que era y por cercanía que estábamos en su casa, no queríamos despertar a nadie y que hubiera algún inconveniente. Se giró ligeramente hacía la perilla de su puerta y luego volteó un poco.

– ¿Quieres pasar?

–Ven –Helen cerró la puerta de su habitación y apegó a John a ella para empezar a besarlo.

Egbert no tenía la idea completa de que estaba por pasar, pero la joven tenía toda la intención del mundo de hacérselo saber.

Norian estaba dormido, en un cojín junto a la cama. Tenía un ronquido casi humano, muy ligero pero que creaba una pequeña molestia en el ambiente, pero no lo suficiente para que fuera exiliado al valle del terror que era detrás de la puerta del cuarto: Dos serpientes que no habían comido en 10 horas y un perrito que comió tanto que de frente parecía tener un balón de cada costado.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora