Capitulo 57: Linaje 1/2 (!)

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13th Febrero
1:59 A.M.

Lucidez, terror.

Una mente que tardo en entrar en razón.

Estaba paralizada.

Le temblaba el labio inferior como si la temperatura fuera bajo cero, su vista estaba difuminada al no haber parpadeado aún porque si sabía que al hacerlo se desmayaría.

Gota tras gota chorreaban sus manos con sangre de un color que no quería ni siquiera saber cuál era.

Las personas tenían la hermosa u odiosa capacidad de sentir en el cuerpo cuando alguien estaba cerca de ellos aunque no lo vieran, pero lo sentían. Podían saber por un método que no podrían explicar que había alguien mirando.

– ¿Helen? –Escuchó su nombre a la lejanía, sólo empezó a temblar más.

Respiraba con más fuerza y daba pasos hacia atrás, mirando con una visión mareada a todas direcciones. Estaba entrando en pánico al mismo tiempo que perdía la orientación.

Egbert logró encontrarla entre la oscuridad. Ella empezaba a marearse cuando lo vio.

– ¡Helen, Helen! –Se aproximó corriendo a dónde estaba para poder tomarla con cuidado antes de que golpeara al caer– ¿Qué te pasó? ¿Dónde estabas? –Tomó su mano y al sentir húmedo, en un reflejo la soltó.

El chico miró su mano manchada con delicadeza, la tomó una vez más y no había palabras que pudiera pronunciar. El idioma entero se había borrado en un instante dentro de su cabeza.

Helen lo miraba. Miraba cómo daba vueltas lentamente a su brazo, siguiendo con la vista hasta donde llegaban las manchas... Al ver eso, vomitó.

No podía ver cómo alguien como él estaba intentando, en el fondo, justificar lo que veía. Era listo, era muy listo, pero estaba muy enamorado.

– ¿Con qué te ensuciaste? –La voz de John parecía estar a dos palabras de romperse.

Entre lo agitada que estaba haber vomitado, lo miraba atónita. Pareciera que nunca hubiera visto una película de terror o las noticias.

Empezó a respirar tan brusco que su pecho subía y bajaba, quería llorar como nunca había llorado en ese mismo instante, pero no le salían ni lágrimas, ni palabras.

John, más que estar asustado, estaba genuinamente preocupado. La miraba con los mismos ojos de pánico y la acercó con cierta brusquedad hacía él para sostener su cabeza que fácilmente se acomodó en su hombro.

La estabilidad de Helen finalmente dio en el clavo para romperse y de apoco empezó a llorar, a gritar y a sentir la desesperación a través de sus venas.

–Está bien –Murmuraba John y dentro de su cabeza estaba a mil por hora intentando analizar todo aquello–. Todo va estar bien.

Hubo un momento dónde la brisa del viento se volvió más fría y el temblor de ambos se podría justificar. En cambio, no había nada para justificar todas las manchas que tenía la joven en ella.

Nada podía justificarla.

John se estaba pulverizando el labio para no acompañarla en el llanto, tenía que cerrar los ojos para que su parpadear no dejara gotas caer.

Agobiado, asustado. No sabía a dónde correr; si correr con ella o de ella.

–Me quiero limpiar –Fue la primera frase que escuchó de la chica y quizá la única que escucharía de ella en toda la noche. Se separó sólo un poco del abrazo para poder mirarse mutuamente a los ojos.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora