Capitulo 43: Lost Blood

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11th Enero
9:00 A.M.

Helen

– ¿Usted es sorda o qué?

Quisiera serlo.

Llegué tarde a clase debido a que antes de llegar al instituto tuve que madrugar para ir rumbo al hospital y sacar dos litros de sangre de mi organismo para transferírselos a mi hermano. Que Gamzee estuviera fuera de las camillas del hospital no significaba que no las visitará de vez en cuando para recibir curaciones en las cuales era requerida mucha sangre y para el tipo tan difícil de la misma que tenía consigo, solo la familia podía donarle.

–Fui al hospital –Contesté mientras iba con cansancio hacía mi asiento–. Lo lamento.

– ¿Lo lamenta? –El profesor ladeó la cabeza, confundido y asentí–. Bien... Está bien.

Suspiré con satisfacción y empecé a buscar la página del libro que estaba marcando en la pizarra del aula.

– ¿Te sientes bien? –Preguntó Dirk y podía sentir su mirada confundida encima; como la de todos–. Dios, estás muriendo.

Quisiera estarlo.

– ¿Fuiste sola? –Él sabía que se volvió un habito ir al hospital a que me sacarán sangre desde mi regreso a la ciudad. Asentí esperando un regaño– ¿No le dijiste a John? Inclusive yo pude haber ido contigo.

–No hace falta, pero si le dije a John sólo que creo que se durmió temprano –Bostecé–. Olvidé decirle cuando nos vimos, error mío.

No quise conversar mucho, me desgastaba y sólo esperaba a que la clase transcurriera para poder comer, tomar café o lo que fuera pero que estuviera caliente y que me levantará.

Puede que estuviera mareada todo el tiempo y por ello la clase transcurrió más rápido de lo que habitualmente pasaba ante mis ojos, siendo casi que un abrir y cerrar de ojos. Me levanté de mi asiento y apenas podía sostenerme.

–¿Necesitas ayuda? –Eridan se acercó.

Quisiera que no.

La consecuencia de haberle otorgado el perdón estaba haciéndose presente: tenerlo pegado a todos lados. Iba a ser un largo día durante muchos días hasta que se cansará y lo tomará como habitual el poder hablarme sin que le rechazará.

–Todo tuyo –Fue la manera poco discreta en como Strider anunció que no quería participar con el tema Ampora, tomando sus cosas para salir el salón.

–No, estoy bien –Respondí–.No te preocupes.

–Yo lo llevo –Recogió mi libros de la mesa y sonrió–. No sabía que después de cierta cantidad de sangre te marearás.

–¿Cómo?

–Sí, las transfusiones –No se dio cuenta, pero le di la oportunidad– ¿Vas a otro salón?

–A mi casillero –Aclaré en voz baja y embolsé en una pequeña sonrisa.

Eridan se encaminó junto a mí para poder ayudarme y llevar mis cosas hasta el casillero. Tenía un aura tan positiva que lo abrazaba y estoy segura que se creó a partir de la charla que conllevo a su perdón aceptado. Tan confiado que se notaba a kilómetros y tan ingenuo que no tardó ni un día en meter la pata.

Mi familia tenía el don de saber cuándo algo estaba mal, las personas le decían locura para tacharlos. Sin embargo, era más que eso.

Nunca mencioné sobre la sangre y tampoco tenía alguna curita en la zona del brazo o algo que lo demostrará, nunca publiqué nada al respecto, Gamzee con trabajo salía de su cama como para manifestarlo (y tampoco es que Eridan fuera una flor de su jardín como para ser la primera persona a la cual comunicarlo) y ni Kurloz ni mi padre tenían intenciones de que alguien fuera del núcleo familiar supiera que casi matan al menos de los varones en la familia, Dirk no lo haría ni siquiera para molestar y John no había leído sus mensajes como para hacerlo por error.

Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora