La Trinidad

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Dylan 

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Dylan 


A pesar de que el rechazo de Kyle lo había decepcionado en grande, Dylan intentó poner su mejor cara cuando se encontró con sus amigos en el restaurante. De cualquier modo, había entrado al equipo de lacrosse nuevamente. Eso era una razón para poner buena cara. 

Cuando entró, sus amigos aún no se habían percatado de su llegada, por lo que los encontró en un intento fallido de coqueteo discreto. Dylan los conocía tan bien que para él era demasiado obvio. 

Era cierto que a el castaño no le entusiasmaba ser la tercera rueda, pero sus amigos se veían contentos y eso era suficiente para aguantarse un poco el escenario incómodo y solitario que ahora se armaba para él en sus salidas. 

—Por favor, no se detengan por mí —bromeó mientras tomaba asiento frente a ellos, en una butaca al lado de la ventana. 

Sus amigos solo rieron. Se tomaron unos minutos para observar el menú y pronto llegó la camarera a pedirles la orden. La chica no podía tener más de diecisiete, cabello rubio agarrado en una coleta, ojos azules y vestida con el uniforme de trabajo. Una vez los tres chicos terminaron de ordenar, Nora —como había dicho que se llamaba cuando se acercó a la mesa—, les sonrió y desapareció por la cocina. 

—Dime que viste eso —le dijo su amiga, mientras se inclinaba sobre la mesa. 

—¿Ver qué? 

Baverly torció los ojos. 

—La camarera te acaba de sonreír —la chica levantó varias veces las cejas, como si estuviese insinuando algo comprometedor. 

—¿De qué hablas? Nos sonrió a todos —no era que Dylan se estuviese haciendo el loco, sino que realmente no se había dado cuenta si le sonreía solo a él o a todos en la mesa. 

—De hecho, sí te estaba echando el ojo —intervino Trevor, pero Dylan estaba seguro de que solo lo decía para apoyar a Baverly. 

—Incluso si lo hubiese hecho, no estoy interesado en salir con nadie —les repitió por milésima vez. 

—¿Estás seguro de eso? Muchas chicas han estado hablando de ti en toda la escuela —Baverly volvió a dirigir la conversación—. ¿Sabes qué es lo que he estado escuchando toda la tarde? —carraspeó—. «¿Escuchaste que Dylan Carter volvió al equipode lacrosse?», «¿Crees que volverá con Zoey Parker?», «Imposible que vuelva conZoey, ahora que ella está con Murphy», «No me molestaría para nada que DylanCarter me invitara a salir. ¿Crees que tendrá cita para el baile» y claro, mifavorito: «¿Cuánto tiempo crees que tarde en quitarle el puesto de capitán a Murphy?».

Dylan negó con la cabeza, desaprobando todos aquellos comentarios. ¿Así que ahora que había vuelto al equipo de pronto todas las chicas habían recordado que existía? Increíble. 

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