Dylan
El asunto era que, como Dylan y Trevor habían faltado una semana y media, ahora debían ponerse al día con las asignaciones anteriores y con las de esa misma semana. Ya que el domingo Kyle estaba con su madre, ambos chicos se reunieron para comenzar. Les había ido bien, pero ese día miércoles, aún tuvieron que quedarse en casa de Dylan después de la escuela (gracias al Cielo, ese día habían tenido práctica de lacrosse en la mañana y no en la tarde) para seguir avanzando. No les faltaba mucho, de cualquier manera. Si no se distraían tanto como solían hacerlo, seguro y quedaban al día.
Kyle los había ayudado un poco el lunes por la noche, con unos temas de cálculo, el martes llegó hasta que Trevor se había ido, por lo que solo acompañó a Dylan mientras este terminaba otro de sus trabajos. Ese día aún no había regresado, pero ya le había enviado un mensaje que estaría con ellos pronto.
Cuando la puerta se abrió, el primero en saltar sobre el chico fue Fender, quien lo había estado esperando frente a la puerta. Luego, Kyle se fue a sentar al sofá, al lado de Dylan, dejándose caer obviando lo exhausto que estaba.
—¿Día duro? —preguntó el castaño, dejando la tarea a un lado y enfocándose en su chico.
—No sabes cuánto, estoy exhausto —se acomodó mejor en el sillón, a modo de no quedar desparramado.
—¿Demasiado exhausto como para hacerme mi tarea de matemáticas? —preguntó Trevor, agitando su hoja de problemas al aire.
—¡Trevor! —lo reprendió su amigo.
—Ni siquiera le hago las tareas a Carter, así que no te hagas ilusiones —le dijo Kyle mientras le lanzaba un cojín, al que Trevor falló en esquivar.
—Valía intentarlo —se encogió de hombros—. Sabes que por ser mejor amigo de Dylan también me tienes que ganar a mí, ¿verdad?
—Creí que ya te tenía ganado luego de salvarnos de Murphy y su pandilla en la fiesta de Baverly —agregó Dylan—. Recuerdo las claras palabras «Kyle es lo máximo» —dijo, imitando el tono de su amigo.
—Vale, me dejaste expuesto —el chico finalmente bajó su hoja de trabajo algo decepcionado.
El chico terminó por levantarse del suelo y se dirigió directamente al baño sin decir mucho. Una vez Trevor desapareció de su vista, Kyle se dejó caer sobre el sofá, recostando su cabeza en las piernas de Dylan, con la mirada hacia arriba. El castaño, sin pensárselo dos veces, comenzó a despeinarlo con delicadeza, intentando relajarlo un poco luego de un día tan largo. Mientras, su otra mano reposaba en el pecho del chico y sus dedos jugaban con los botones sin abrochar de la parte superior de su camisa.
—¿Qué tal la escuela? —preguntó con voz suave.
—Como siempre. Un poco más solitaria ahora, pero... —se encogió de hombros, como diciendo «¿qué se le puede hacer?»—. El profesor de biología me encontró un nuevo compañero, no me hace feliz, pero sé que es necesario. Además, a Trevor y a mí nos mandaron al consejero, pero preferimos saltarnos la sesión de hoy.
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The Crash
Teen Fiction-Así que... ustedes dos son... ¿amigos? Kyle desvió la mirada a todos lados, evitando encontrar la de Dylan. -No estoy en contra, pero saben que es una locura, ¿verdad? Tú, Dylan, eres literalmente todo lo que representa al lado norte y tú, Kyle, p...