Dylan
El día sábado había sido productivo. En la mañana, Trevor se había ofrecido preparar el desayuno. Lo que todos agradecieron, pero Dylan sabía muy bien que lo había hecho para alejar a Baverly de la cocina. A la chica le encantaba cocinar... lo malo era que no lo hacía para nada bien.
Después vagaron un poco, esperando a que fuera una hora decente para regresar al lago. El agua había amanecido fría, pero eso no los detuvo. Jugaron a la pelota en la orilla e incluso hicieron peleas de gallos. Al principio, cuando Baverly había hecho la sugerencia, los chicos se miraron incómodos y se negaron; sin embargo, Dylan y Kyle, sin hablarlo realmente, con las miradas llegaron a la conclusión de que ya había suficiente confianza. Aunque eso no evitó que el corazón del castaño se le atorara en la garganta cuando sintió cómo Kyle lo levantaba del agua.
La sensación pasó rápidamente y ellos salieron victoriosos.
Para el medio día, Baverly y Kyle se habían ofrecido a ir por unos bocadillos. La rubia prometió no tocar nada y dejar que fuera Kyle quien los hiciera.
Trevor y Dylan se quedaron tendidos a la orilla.
—Oye, Dyl ¿recuerdas lo que me dijiste sobre intentarlo con Baverly? —preguntó su amigo, una vez la chica y el otro muchacho se desvanecieron camino a la cabaña. Dylan solo se volvió a él—. Bueno el asunto es que, luego de su fiesta, cuando me llevó de regreso a casa, tuvimos un momento.
El castaño desvió la mirada a ambos lados, confundido.
—¿A qué te refieres con «un momento»?
—Ya sabes, de esos momentos en los que ambos se quedan perdidos en la mirada del otro, sonriendo. Y que la atmosfera es realmente tranquila y no es para nada incómodo —aclaró, pero para Dylan seguía siendo demasiado vago—. Te lo explico así: cuando tú te quedas viendo a esa persona especial, justo a los ojos y notas cada pequeño detalle en ellos, incluso puedes ver lo que esa persona está sintiendo. Entonces sonríes, por el simple hecho de que está contigo y te ve, así como tú la ves a ella. Todo lo demás se esfuma y puedes sentir cada reacción de tu cuerpo. ¿Nunca tuviste uno de esos con Zoey?
Dylan desvió un poco la mirada, intentando procesar todo lo que Trevor le había explicado. Sin pensarlo mucho, negó con la cabeza. Estaba seguro que nunca tuvo uno de esos con su exnovia.
—¿Eso es tener un momento? —preguntó con toda la calma del mundo, pensando más en la noche anterior, cuando Kyle lo había llegado a acompañar y habían hecho exactamente eso.
Al menos eso era lo que Dylan había hecho. Ver cada detalle del rostro de Kyle y admirando como sus ojos se aclaraban debido a la luz plateada de la luna. Dándole toda su atención a la sonrisa del chico, blanca y perfecta, que formaba suaves hoyuelos en sus mejillas. Y, en su mirada, muy bien podía notar cómo el chico sentía genuina alegría. Luego de verlo tan frío e indiferente, aquello era de otro mundo.
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The Crash
Teen Fiction-Así que... ustedes dos son... ¿amigos? Kyle desvió la mirada a todos lados, evitando encontrar la de Dylan. -No estoy en contra, pero saben que es una locura, ¿verdad? Tú, Dylan, eres literalmente todo lo que representa al lado norte y tú, Kyle, p...