Kyle
En la fiesta de Dylan, había tantas personas que tuvo que dejar su auto estacionado a una cuadra, por lo que no le quedó de otra más que caminar a paso rápido luego de la discusión. Algo que simplemente había hecho que se sintiera peor, a pesar de ir relativamente rápido. El aire frío, la oscuridad de la noche y la falta de compañía solo lo hacían regresar a ese momento en donde un dolor inexplicable recorrió su pecho.
Kyle había creído que su corazón ya estaba roto, pero aquello que sintió antes no era nada comparado con lo que sentía en ese momento. Cuando llegó a la casa del chico, realmente iba con las esperanzas hasta el cielo. Tal vez no para que lo aceptara aún después de sus errores, pero que le permitiera demostrarle lo dispuesto que estaba a luchar por ganárselo, así como Dylan había hecho con él.
Sin embargo, lo que había encontrado solo fue un cuchillo al pecho.
Ver a Dylan, a quien todavía quería con toda el alma, besando a una chica, simplemente lo destruyó. Incluso llegó a sentir la punzada en su pecho, como si alguien realmente estuviese atravesándolo con miles de objetos filosos.
«Lo único que quería era que no me odiaras parasiempre», le había dicho al chico cuando este preguntó si Kyle creía que, conuna simple disculpa, arreglaría todo.
«Quería que no me odiaras para siempre, porque yo ya me odio lo suficiente», pensó en aquel momento, pero prefirió no decirlo. Él no tenía el derecho de hacerse el dolido frente a Dylan.
Subió al auto hecho un manojo tanto de tristeza como de enojo y cerró la puerta con estrépito.
—¡Eres un idiota! ¡Eres un idiota! —repitió varias veces mientras golpeaba el timón con el puño—. ¿En serio creíste que podías venir y decirle a Dylan que realmente queráis estar con él a pesar de todo y él te aceptaría con los brazos abiertos? ¿En serio fuiste tan tonto para creer que él no intentaría seguir adelante?
Se llevó las manos al rostro, intentando calmar todo eso que llevaba dentro, pero una terrible tormenta se estaba arremolinando en su interior y no había cómo pararla. Estaba realmente devastado.
El nudo se formó en su garganta y esa vez, por primera vez en mucho tiempo, no pudo contenerlo. Dejó que las lágrimas cayeran en silencio, mientras dejaba su frente pegada al timón, intentando ocultar su rostro, a pesar de que sabía que nadie lo estaba viendo. No lloraba a mares, pero las lágrimas caían como cascada.
Sí, Kyle Montgomery estaba llorando por un corazón roto, pero no solo eso. Lloraba porque aquello era toda su culpa, porque él pudo evitarlo y, en lugar de eso, solo lo empeoró. Porque había lastimado demasiado a alguien que quería, porque siempre echaba todo a perder. Porque él era así. El era un desastre.
Creyó que regresar a la vida sin Dylan sería difícil, era decir, solo debía seguir con la misma monótona rutina que llevaba desde los dieciséis años. Sin embargo, resultó ser todo lo opuesto. Ahora ya sabía lo que se sentía no estar completamente solo y regresar a ese sentimiento de soledad profunda simplemente lo hizo sentir peor. No solo había perdido al chico que lo hizo tener sentimientos de verdad, sino que había perdido a su único amigo también.
ESTÁS LEYENDO
The Crash
Teen Fiction-Así que... ustedes dos son... ¿amigos? Kyle desvió la mirada a todos lados, evitando encontrar la de Dylan. -No estoy en contra, pero saben que es una locura, ¿verdad? Tú, Dylan, eres literalmente todo lo que representa al lado norte y tú, Kyle, p...