Kyle
Como lo había hecho los últimos días, el jueves Kyle se quedó hasta tarde trabajando en la restauración de la motocicleta. Gracias a eso llevaba un buen progreso. Aún le faltaban varias piezas, pero Bobby ya parecía impresionado con el trabajo que llevaba, y Kyle no podía negar que realmente estaba disfrutando de aquello.
Sin embargo, a pesar de que le gustaba el trabajo que estaba haciendo, este lo dejaba tremendamente agotado y adolorido, por estar todo el día hincado, agachado e inclinado sobre la motocicleta. Le dolía la espalda y las piernas. Lo único que quería era tomar una ducha y acostarse a dormir.
Revisó su teléfono por primera vez en el día mientras entraba a su casa corriendo, ya que había empezado a llover una hora atrás y en ese momento eran tan intensa que dolía cuando caía sobre su rostro.
Tenía algunos mensajes de su madre, preguntándole si quería algo de la tienda, pero como no contestó solo compró lo que creyó que necesitaban. Luego solo tenía un mensaje de Dylan, quien le había mandado una captura de pantalla de la canción que estuvo escuchando. Era la canción que le había enseñado el viernes anterior. Debajo de la foto, el mensaje decía que eran de hecho una buena banda y que no podía dejar de escucharlos.
Sin darse cuenta, a Kyle se le dibujaba una sonrisa en el rostro, mientras leía el mensaje y pensaba algo ingenioso para responderle.
Sin embargo, cuando estaba escribiendo el mensaje, un sonido terrible de algo rompiéndose llegó a sus oídos, lo que lo obligó a levantar la mirada.
Encontró a su madre maldiciendo por lo bajo, arrodillada en el suelo recogiendo los pedazos de un plato de cerámica que se le había caído.
—Déjalo, mamá, yo lo recojo —dijo sin mucho interés. Que a su madre se le rompiera un plato ya no era nada nuevo.
Kyle se agachó sobre los pedazos y comenzó a recogerlos sin que su madre le dijera nada. Solo fue hasta que todo estuvo de camino al basurero cuando Kyle se dio cuenta de que algo no iba bien.
Su madre tenía la mirada baja y la había mantenido así desde que Kyle se inclinó junto a ella. Cuando ambos se levantaron, su madre intentó esconderse detrás de la maraña de pelo y desviando la mirada. De pronto se dio cuenta que la mujer sollozaba.
—¿Mamá? —intentó llamarle la atención, pero ella solo se quedó de espaldas—. Mamá, mírame.
Cuando Bárbara no lo hizo y en su lugar comenzó a negar con la cabeza, el miedo comenzó a crecer en Kyle.
La tomó con delicadeza de los hombros y le dio la vuelta, a lo que su madre no puso mucha resistencia. Kyle terminó por apartarle el cabello del rostro y reparó en el enorme moretón que se le formaba a su madre en el pómulo. Este comenzaba a inflamarse y, si desde ese momento comenzaba a verse intenso, no podía imaginarse cómo estaría el día siguiente.
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The Crash
Teen Fiction-Así que... ustedes dos son... ¿amigos? Kyle desvió la mirada a todos lados, evitando encontrar la de Dylan. -No estoy en contra, pero saben que es una locura, ¿verdad? Tú, Dylan, eres literalmente todo lo que representa al lado norte y tú, Kyle, p...