Nuevas sensaciones

48 8 4
                                    

Kyle 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kyle 


Dylan le había comentado que, ya que ellos dos saldrían esa noche, sus padres también habían decidido tomarse el viernes libre. Así que fue luz verde para que Kyle llegara a casa de Dylan caída la tarde para prepararse.

Lo cierto es que los disfraces les quedaban muy bien. A pesar de que eran simples, cualquiera podía entender el concepto. Ambos iban vestidos con una camisa blanca y un pantalón negro dentro de las botas negras, pero Kyle iba con un abrigo negro que le llegaba a las rodillas, mientras que Dylan iba con un chaleco negro de cuero. Cada uno también llevaba una espada de juguete —que se veía bastante real en su funda— atada a la cintura. 

Dylan se veía increíble a los ojos de Kyle. Incluso, a pesar que no era propio de él, se imaginó cómo hubiese sido si ambos hubiesen nacido en ese tiempo. Se imaginó a ambos sentados en un tronco en el bosque, simplemente compartiendo el atardecer, mientras que la vida era un poco más simple.

Cuando entraron a casa del muchacho, en donde se desarrollaba la fiesta, iban con las manos entrelazadas, lo que atrapó varias miradas de las personas cerca de la puerta. Eso a ninguno de los dos les importó, ya habían pasado por mucho solo para sentirse inseguros de aparecer en público como una verdadera pareja. Además, después de la escena que le habían mostrado a Murphy y su séquito, la inseguridad era inexistente.

El primero en recibirlos fue Trevor, quien se miraba más feliz de lo que Kyle lo había visto en días. Se notaba que ese chico tenía un optimismo y una energía como de niño en dulcería. Era casi lo opuesto a él en términos de emociones. 

A pesar de que le faltaba el cabello rojo alocado y el maquillaje, era obvio que Trevor iba vestido como el Sombrerero Loco.

—Amigos, se ven como salidos de una verdadera novela romántica, seguro y nadie nota que sus disfraces no tienen película en específico, pero ya se me ocurre una —dijo con entusiasmo—. Un chico misterioso que va de paso por el pueblo, pero decide quedarse cuando conoce al joven hijo de la familia con prestigio, escondiendo su romance para no caer en manos de la Santa Inquisición.

A Kyle le pareció una buena trama.

—Tu disfraz también está muy bien, te queda el estilo —elogió Dylan.

—Y está por ponerse mejor, aguarda un segundo —el chico dio varias vueltas en el mismo lugar, alzando la cabeza sobre el gentío hasta que pareció encontrar lo que estaba buscando—. ¡Nora! ¡Ven a presumir nuestros disfraces!

 «¿Nora? ¿Por qué me suena ese nombre?» pensó Kyle al momento que una chica  algo baja se unía a la pequeña reunión. Era rubia y guapa e iba vestida perfectamente como Alicia.

—Nora y yo aún no nos decidíamos por el disfraz, así que decidimos venir juntos —agregó mientras abrazaba a la chica de manera amistosa—. Nora, este es Kyle, el novio de Dylan, de quien te comentábamos.

The CrashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora