Silencios y enfrentamientos

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Dylan 

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Dylan 

Cuando su amiga había dicho que quería hacer algo grande, no había exagerado. Lo que inició siendo un chiste de Trevor, terminó siendo cierto: media escuela estaba en la casa del lago y lo único que Dylan podía pensar era en cómo iba a limpiar todo aquello la mañana siguiente. 

Lo bueno era que Baverly no era exactamente amiga de todos los que deseaban hacerle pasar un mal rato al castaño, por lo que no se sentía tan fuera de lugar con sus invitados. Aunque, tenía que admitir que, al ser la fiesta de su amiga, no podía estar pensando en sí mismo y las personas que podían causarle problema a él. 

«No todo es sobre ti, Dylan» se reprendió a sí mismo cuando se encontró pensando aquellas cosas. 

La fiesta iba avanzando a buen ritmo. Eran las nueve de la noche y casi todos los invitados ya estaban dentro, bebiendo y bailando a la música especial que había escogido su amiga. Sin embargo, Dylan no podía dejar de pensar en un invitado en particular. 

Kyle aún no había llegado y Dylan ya comenzaba a hacerse la idea de que el chico realmente no se presentaría. 

Por alguna razón, eso lo decepcionó. 

El castaño estaba cerca de la puerta principal justo cuando llegaba Trevor. 

—¡Dylan! —lo llamó el chico sobre la fuerte música, al tiempo que lo saludaba con un abrazo—. ¿En dónde está Baverly? No le he dicho feliz cumpleaños. 

Justo en ese momento, su amiga apareció por entre el gentío. Dylan habría creído que estaría feliz por ver a su segundo mejor amigo, pero ella solo se veía molesta. 

—¡Trevor, llegas tarde! 

—Lo siento, Bailey, es solo que tuve que pasar por esto... —se defendió el muchacho al tiempo que sacaba una pequeña caja con una moña de su chaqueta azul oscura—. ¡Feliz cumpleaños!

La rubia estaba claramente impresionada. Tal vez no se esperaba un regalo de Trevor. La chica lo abrió y extendió el collar frente a los dos chicos, admirada. 

—Es increíble, Trevor. Gracias —Baverly saltó sobre su amigo y le dio un fuerte abrazo—. Iré a guardarlo y vuelvo en seguida, ¿de acuerdo? 

No esperó respuestas y se marchó escaleras arriba, mientras Trevor la seguía con la mirada. 

—¿Sabes? Deberías intentarlo —le dijo el castaño a su amigo, quien reaccionó en ese momento. 

Dylan sabía que su amiga había despertado cierto interés en Trevor. El chico se lo confesó el verano anterior y era demasiado obvio que ese interés solo había crecido. Trevor tenía sentimientos por Baverly y Dylan apoyaba aquello con cada fibra de su cuerpo. 

The CrashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora