-Así que... ustedes dos son... ¿amigos?
Kyle desvió la mirada a todos lados, evitando encontrar la de Dylan.
-No estoy en contra, pero saben que es una locura, ¿verdad? Tú, Dylan, eres literalmente todo lo que representa al lado norte y tú, Kyle, p...
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Dylan
—Amigo, eso fue super alocado —le dijo Trevor a Kyle al tiempo que se inclinaba hacia el frente en el sofá, haciéndole imposible a Baverly que limpiara sus heridas.
Luego de la pelea con Murphy, la rubia había sacado a todos de la casa del lago, dando por terminada la fiesta. Ahora él, Trevor, Kyle, Baverly e incluso Zoey se encontraban en la sala de estar, mientras que su amiga limpiaba las heridas de Trevor y Zoey traía más agua limpia y desinfectante.
—¿En donde aprendiste a pelear así? —siguió hablando Trevor, aún cargado de la adrenalina de la pelea, aparentemente.
Kyle se encogió de hombros.
—En el lado sur, si no sabes pelear, eres presa fácil.
—Trevor, deja de moverte para que pueda limpiarte —le dijo Baverly a su amigo, agitando la toalla ya un poco manchada de sangre en sus manos—. Si no lo haces me encargaré de que te duelan más tus golpes.
Solo eso bastó para que su amigo se quedara tranquilo.
En ese momento llegó Zoey y, así como su amiga, con una toalla mojada, hizo el intento de quitarle la sangre seca a Dylan del rostro. Con el primer contacto, Dylan se inclinó fuera del alcance de la chica, de manera discreta para los demás, pero suficientemente obvio para ella a modo de que supiera que el chico no quería que lo tocara.
—Basta, Dylan. Solo quiero ayudarte —le dijo al muchacho, llamando la atención de todos los demás.
—Si querías ayudarme, habrías convencido a Murphy de nunca venir a la fiesta —apuntó el castaño sin volverse a verla.
La chica soltó una risa débil.
—Convencer a Murphy de que no haga algo es como darle el incentivo suficiente para que lo haga —admitió, mientras hacía otro intento de acercarse a Dylan, quien nuevamente se negó.
—¿Qué haces saliendo con él de todos modos? —esa vez sí se volvió a ella, realmente molesto, pero intentando no alzar la voz—. Es un patán, Zoey y te dije miles de veces que no era un buen chico.
Zoey bajó la toalla, al mismo tiempo que bajaba la mirada.
—Podrá parecer un patán, pero a veces es realmente dulce...
Dylan soltó una risa sin ganas, incrédulo. ¿Estaba hablando en serio? Ni siquiera sabía por qué se había quedado a ayudar.
—Sí, todo un algodón de azúcar —intervino Kyle, respondiendo el comentario de Zoey, mientras tomaba agua de una botella.
La chica se volvió al de ojos verdes, con aspecto de estar molesta, aún sin tener el derecho.
—¿Y tú eres? —Dylan solo muy pocas veces había visto a su exnovia ser grosera con los demás. Esa era una de ellas.
