-Así que... ustedes dos son... ¿amigos?
Kyle desvió la mirada a todos lados, evitando encontrar la de Dylan.
-No estoy en contra, pero saben que es una locura, ¿verdad? Tú, Dylan, eres literalmente todo lo que representa al lado norte y tú, Kyle, p...
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Dylan
«Es lo único que te pido, Dylan. Déjalo. Estar». ¿Por qué las palabras del chico se le habían quedado grabadas una vez más? No se habían quedado solo grabadas, sino talladas en piedra. Por alguna razón, sus palabras combinadas con su mirada de lo que Dylan solo podía describir como «suplico», le habían afectado más de lo que quería admitir.
¿Había visto a Kyle vulnerable?
Muy pronto para saberlo.
No se dio cuenta de lo perdido que estaba hasta que sintió que varias pelotitas de papel le daban en la cara.
Se volvió a sus amigos, quienes estaban sentados en la banca de enfrente, en una de las mesas exteriores de la cafetería.
—Deja de hacer eso —le pidió a su amiga, quien ya tenía otra pelotita en la mano, lista para lanzarla.
Ella se la tiró igualmente y dio justo en su rostro. El castaño solo respondió con una mirada de molestia.
—Últimamente has estado muy distraído, Dylan —le dijo Baverly, al tiempo que se inclinaba hacia delante, con interés—. ¿Hay algo que no nos estés contando?
Dylan solo negó con la cabeza, mientras aún se encontraba desorientado por el tiempo que estuvo perdido en sus pensamientos.
—¿Recuerdan que ayer Kyle llegó a darme tutorías de cálculo?
—Sí, ¿por qué? ¿Ya renunció? —bromeó Trevor, mientras le daba una mordida a su sándwich.
Dylan iba a soltar un comentario sarcástico para defenderse, pero luego lo pensó bien.
—De hecho, no estoy seguro —admitió, recordando que Kyle ya no había accedido a regresar para otra sesión—. Pero no es sobre eso. Hay algo que no comprendo. Ayer, cuando le pregunté sobre su padre, el chico actuó como si hubiese hecho algo terrible.
Aquello realmente le venía dando demasiadas vueltas en la cabeza, pero esperaba que, hablándolo con sus amigos, le encontrara sentido a la reacción de Kyle. Sus amigos siempre lograban hacerlo ver diferente perspectivas y con ello, llegaba a sacarse las ideas locas de su cabeza.
—¿Qué fue lo que te dijo cuando preguntaste? —Bailey parecía interesada, como siempre. Le gustaba analizar a las personas.
—Dijo que no estaba en el panorama y que eso significaba que no estaba en su vida —hizo varios movimientos con las manos, acentuando su confusión—. Luego se levantó y se fue.
—Bueno, tal vez sí hiciste algo terrible.
Tanto Dylan como Trevor se volvieron confundidos a la chica.
—¿A qué te refieres? ¿por qué sería terrible preguntar sobre su padre? —Dylan estaba tremendamente desconcertado.
—Tal vez su padre hizo algo realmente malo y a Kyle no le gusta hablar sobre eso —hipotetizó la chica, encogiéndose de hombros, como si fuera algo obvio.
