Epílogo

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Alison POV

El sonido de un llanto hace que me despierte repentinamente. Parpadeo para que mis ojos se acostumbren a la poca luz de la habitación y dejo escapar un bostezo.

Siento el agarre en mi cintura aflojarse cuando Adrien se remueve a mi lado.

-Yo iré, amor - susurra contra mi oído.

Me da un beso en la coronilla antes de levantarse de la cama. Lo veo caminando en dirección a la cunita. Se inclina y agarra a nuestra hija en brazos. La pequeña no deja de llorar pero, cuando su padre la acuna entre sus brazos, se calma un poco. Le sonrío dulcemente mientras me siento en la cama. Es un gran padre. Han pasado sólo 3 meses desde que nació Selena pero Adrien ya ha demostrado el excelente padre que puede ser.

La llamamos Selena, en honor a su bisabuela. Cuando supimos que iba a ser una niña, ambos coincidimos en el nombre. En parte, lo que le sucedió a mi abuela Selena terminó cruzando el camino de Adrien con el mío. Nos parecía correcto incluir algo en referencia a ella en esta nueva etapa de nuestras vidas.

-Mi niña hermosa - le dice Adrien a la bebé que tiene en brazos antes de plantarle un beso en la frente.

Se acerca hasta donde estoy sentada y me alcanza a Selena para que pueda alimentarla. Me quito la remera y el brasier para poder amamantarla. En cuanto se prende a mí para comer, nuestra hija clava sus bellos ojitos azules en mí. Heredó ese rasgo de su padre. No puedo evitar sonreir al verla. Aunque ya han pasado tres meses desde el nacimiento, todavía parece irreal que ya seamos padres. Es una sensación increíble.

Selena atrapa mi pulgar en su pequeño puñito. Lo aprieta un poquito, no quiere soltarlo. Dejo que juegue con él mientras la tengo en brazos.

-No tienes idea de lo perfecto que es verlas a ambas así - Adrien se sienta en el borde de la cama con su mirada fija en nosotras. Tiene una sonrisa tonta en el rostro y, a pesar del sueño, los ojos le brillan de alegría - las dos personas que amo con extrema locura.

Selena termina de alimentarse y me mira con ojitos cansados. La acomodo para hacerle el provechito después de amamantarla. Después, me levanto de la cama con ella en brazos y empiezo a caminar por la habitación acunándola para que se duerma mientras tarareo, en voz baja, una canción.

Siento unos brazos rodeándome la cintura por detrás. Me relajo con la calidez del pecho de Adrien presionado contra mi espalda mientras acuno a nuestra chiquita.

Acaricio a Selena cerca de la oreja y pronto se queda dormida.

-Igual que su madre... - comenta Adrien mientras dejo a Selena de nuevo en la cunita - un mimo justo aquí - sus dedos se pasean suavemente por la piel detrás de mi oreja. Automáticamente me relajo - y ambas se duermen.

Giro para quedar frente a él.

-Te amo - susurro pasando mis manos por su pecho. Me adueño de sus labios en un beso dulce.

-y yo a tí, mi amor - corresponde el beso y luego su atención se desvía a la cunita -. Es tan linda cuando duerme.

Sonrío por su comentario. Antes yo era todo su mundo, lo más importante en su vida. Ahora alguien más ocupa ese lugar, y no podría estar más feliz de que así sea.

- eres un gran padre - le digo dándole la espalda para volver a mirar a Selena. Tomo la mantita y la cubro con ella para que no tenga frío -. En verdad, eres muy cariñoso con nuestra pequeña.

-Suena a que alguien está celosa - se ríe de mí.

-Por supuesto que no - me cruzo de brazos y le pongo cara seria a modo de broma - me encanta que la quieras tanto.

Rodeada de sangre (RDC#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora