capitulo 31

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Madison sale y yo me quedo contemplando el cuerpo de Adrien. Suspiro. Lo amo.

-Alison, ¿puedo hablar contigo?

Volteo y veo a Peter con un sobre en la mano. Asiento porque tengo un nudo en la garganta que impide que las palabras salgan de mi boca. Tengo los ojos vidriosos.

- yo era amigo de Adrien. Entiendo si necesitas llorar. A mi también me duele que le haya pasado esto.

Dejo que las lágrimas caigan por mis mejillas libremente. Siento las mejillas húmedas y los ojos me arden de tanto llorar.

- de todos modos, quiza puedas recuperarlo. Me encargaré de hacer todo lo posible para ello.

Me seco las lágrimas con el borde de mi remera y lo miro.

-gracias.

-Alison, Adrien me dejo esto antes de irse - me extiende el sobre que tiene en la mano - es para vos.

Dudo un minuto pero luego agarro el sobre y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón. Salgo de la habitación y me dirijo al dormitorio de Adrien. Dejo el sobre en la cama y me voy hacia las celdas en busca de Ian y Cedric.

Cuando paso frente a la celda de Ian, lo encuentro sentado en el piso con la espalda apoyada en la pared. Tiene un rodilla flexionada y la otra pierna estirada. Tiene la vista clavada en el suelo y parece hacer dibujos con los dedos en el duro piso de la celda.

Al escuchar pisadas levanta la vista y me ve. Se me queda mirando y yo le mantengo la mirada. Pero no cómo solíamos hacerlo de forma desafiante. Lo observo porque tiene los ojos llorosos.

-Alison... - empieza a decir y siento como su voz se corta como si se etuviera ahogando - necesito hablar contigo...

-no quiero escucharte - replico al instante.

Ian se calla al momento en que escucha mi voz. Vuelve su vista al piso  y yo sigo hacia la celda de a lado, donde está encerrado Cedric. En ese momento, escucho un pequeño susurro y no es de Cedric ni de nadie más. Es de Ian.

- ¿¡que hice?!

Pero se que no lo está preguntando. Está recordando, repasando todo lo que hizo.

- sácame de aquí - la voz de Cedric me regresa a la realidad - ¡Alison! ¡Alison!

-no lo haré. Eres su cómplice - digo refiriendome a Ian con un tono de voz para que me escuche desde la otra celda Ian.

-y también soy tu hermano.

-hermanastro - corrijo de inmediato - no compartimos nada. Absolutamente nada. Y lo sabes.

- tenemos la misma sangre paterna corriendo por nuestras venas, Alison. Eso debe significar algo...

-no - lo detengo antes de que siga hablando - no significa nada. No tengo padre - añado sintiendo como se me revuelve el estómago - nunca tuve ese placer y jamás lo tendré.

Hola! Reviví. 😉 bueno les dejo un capitulo que espero que les guste. Prometo actualizar mas seguido ahora que estoy de vacaciones!

Rodeada de sangre (RDC#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora