capitulo 25

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Alison POV

Mi cabeza comienza a dar vueltas como si estuviese perdiendo la consciencia otra vez.  Miro a Adrien por última vez.

- por favor, nunca me olvides - me dice Adrien, sus ojos clavados en los míos - te amo, Alison.

Quiero decir algo pero las palabras quedan atoradas en mi garganta.
Ian nos observa y de repente esboza una sonrisa y suelta un pequeña carcajada. Y baja el arma. Ya no le apunta a Adrien. Que suerte. Pero algo me dice que Ian no va a detenerse. Tiene algo planeado.

Ian se acerca a la mesita del otro extremo de la sala. Adrien se levanta y automáticamente viene hacia mí y me intenta sacar las cadenas.

-Adrien, estoy bien - le susurro mientras él sigue intentando sacar las cadenas de mis muñecas - tienes que irte.

-no voy a dejarte -me asegura y después de varios intentos logra desatarme una de las muñecas.

-Adrien no puedes...

-Alison, tienes que prometerme algo - intento hablar pero me pone un dedo en los labios para callarme - en cuanto estes libre, vas a irte. No importa lo que pase conmigo, tienes que irte.

-Adrien, no...

- quiero que rehagas tu vida, Alison. Encuentra a alguien más que te haga feliz. Te amo y a veces eso significa soltar. Alison, sé que harías cualquier cosa por mí, y si de verdad me quieres, suéltame y cumple mi único deseo: que seas libre.

No puedo evitar que numerosas lágrimas broten de mis ojos incontrolablemente. No quiero perderlo, no puedo perderlo.

Adrien continúa desatando mi otra muñeca pero de repente se aleja de mí. Ian lo ha tomado del hombro y lo arrastra hacia atrás. Le pone sus dos manos en la espalda y se las amarra con una soga. A Adrien parece molestarle el roce con la soga porque gruñe cada vez que Ian ajusta el nudo.
Lo tira a un lado de modo que la cabeza de Adrien golpea contra el suelo del laboratorio. Gruñe nuevamente ante el dolor y luego examina cada movimiento de Ian.

- espero que a los vampiros les gusten las ironías - comienza a decir Ian echando un vistazo a Adrien. Vulnerable, así está él.

-desencadénala ahora mismo, Ian - masculla Adrien - dijiste que era mi vida a cambio de la de Alison. Te estoy dando mi vida, ahora cumple con tu parte.

-soy un hombre de palabra, vampiro asqueroso. Cumpliré mi parte del trato; pero primero necesito un pequeño préstamo de mi hija.

Que no sea lo que estoy pensando. No, no puede ser posible.

Ian toma una jeringa de la mesa y la entierra cuidadosamente en mi brazo. Me saca sangre hasta llenar la jeringa.

Ian no sólo va a matar a Adrien. Va a utilizarme como arma para matarlo. Lo cual me hace indirectamente culpable de su muerte. Después de todo, yo seré la asesina de Adrien. Esto no puede ser real.

- ¡Alison! - grita Adrien desesperado por safarse de la soga - ¿¡estas bien?!

Asiento levemente.

-aún no me has dicho si los vampiros aprecian la ironía - interrumpe Ian disfrutando conpletamente de la situación.

- ¿ironía? - Adrien no deja de apartar sus celestes y hermosos ojos de mí.

-por ejemplo, la sangre de mi madre te ayudó a vivir más tiempo; y ahora es la sangre de mi hija la que va a matarte - el tono de Ian es tan irritante. Pero lo peor de todo, es que lo que dice es cierto e inevitable.

Un silencio se produce en el laboratorio. Adrien no comprende lo que sucede. No sabe lo que mi sangre es capaz de hacer. No sabe que mi sangre es capaz de matarlo. Soy letal para él.

Rodeada de sangre (RDC#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora