No puedo evitar que se me escape una pequeña sonrisa al ver a Jack retorcerse en el sofá.
― No volveré a comer nada. ― Lloriquea hecho una bolita. Me siento al lado del ojiverde.
― Normal que estés tan delgado. ― Dice haciendo que el peliblanco se ofenda.
― Cállate.
― ¿Cuál será su habitación? ― Le pregunto a Cupido, aunque no quito la mirada de Jack.
― ¿Habitación? ― Se inclina y extiende el brazo para agarrar el libro que descansa en la mesa, es de los que está escrito en otro idioma. ― Tiene sitio en el jardín para dormir.
― ¿Perdona? ― Se incorpora y le lanza una mirada moribunda. ― Encima que me quedo con vosotros ni siquiera me darás una habitación.
― Pues vete con los guardianes. ― Abre el libro y empieza a leer.
― Puedes dormir en mi habitación si quieres. ― Propongo. Estoy segura de que Cupido no lo permitirá, de ese modo le ofrecerá otra cama.
― ¿De verdad? ― Sus ojos azules me miran con felicidad, asiento divertida.
― Claro, ¿qué problema hay?
El peliblanco sonríe y termina por sentarse correctamente. Espero a que el ojiverde diga algo, que se niegue y le enseñe su habitación, pero se mantiene en silencio absorto en el libro.
― ¿Te parece bien, Cupido? ― Insisto llamando su atención, levanta la mirada por un segundo y vuelve al libro.
― Zed. ― Me corrige, ruedo los ojos y repito su nombre. Se encoge de hombros.
― ¿Qué significa eso? ― Interrogo, ni siquiera parece importarle.
― Me da igual. ― Cierra el libro y se levanta, sacude sus pantalones. ― Tengo cosas que hacer.
― ¿A dónde vas? ― Pregunta el peliblanco, pero es ignorado. El ojiverde sale de la sala sin decir ninguna palabra más, observo la puerta por donde se ha ido. Eso ha sido extraño, no es propio en él. ― ¿Qué le pasa?
Se cruza de brazos aparentemente molesto.
― No lo sé. ― Inclino la cabeza pensativa.
― Supuestamente teníamos que hablar los tres. ― Dice mirando la puerta por la que desapareció. Tiene razón, teníamos que hablar de todo lo que sucedió.
Nos quedamos en silencio. Jack mantiene la mirada pérdida, a veces la pasea por la sala, pero está sumido en sus pensamientos. Jugueteo con mis dedos apoyados en mis piernas, no tengo nada mejor que hacer. Pasa un rato y el silencio empieza a incomodarme, levanto la mirada y el peliblanco me está observando.
― ¿Qué? ― Pregunto bruscamente, debido a la sorpresa de tener sus ojos clavados en mí.
― No pienso que seas débil. ― Dice, al principio no entiendo a qué se refiere, pero después recuerdo la conversación en el balcón.
― No te preocupes, no estoy enfadada. ― Suelto una pequeña risa. ― Es una tontería, sé que fue un malentendido.
― Pero te molestaste. ― Frunce el ceño confundido. La verdad es que reaccione mal, no era para tanto y en poco tiempo se me olvidó, supongo que el dolor me hace irascible.
― Lo siento por eso. ― Entrelazo las manos sobre mis rodillas, juego con mis pulgares. ― Y me alegra que te quedes con nosotros.
Justo después de la cena, Jack nos dijo que se quedaría con nosotros y que no volvería a ver a los guardianes hasta que todo terminara. Sinceramente estaba casi segura de que esa sería su respuesta, aunque una pequeña parte de mí tenía miedo de que se fuera.
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Esto No Es Normal | Jack Frost
Fanfiction―Todo el mundo es una luna y tiene un lado oscuro que nunca muestra a nadie. ―Ella mantenía la mirada pérdida, tal parecía que su mente estaba en otro mundo. Y ciertamente, solo estaba preparándose para lo que venía, estaba agotada y tenía miedo. Pe...