Capítulo 8

3.4K 266 38
                                    

Observo el agua del mar moverse en pequeñas olas, su sonido me relaja completamente y cierro los ojos. Siento la arena bajo mis pies descalzos, es extremadamente suave y fina, entierro un poco los dedos bajo ella. El viento me golpea con suavidad sin llegar a ser molesto, y mueve mi cabello con total libertad.

He decidido volver a la misma playa en la que aparecí para ver si vuelve la voz, desde el encuentro con los guardianes a desaparecido y siento un vacío en mi interior. Por mucho que la he llamado estos días no ha hablado, tampoco he tenido sueños ni pesadillas, simplemente no hay nada. Ahora que me estaba acostumbrando a todas estas situaciones irreales es cuando desaparece, estoy empezando a dudar si todo fue mi imaginación y de verdad me volví loca.

¿Cómo voy a volver a casa? ¿Acaso quiero volver realmente?

La voz me dijo que no debíamos confiar en nadie, que no teníamos familia y que este no era nuestro hogar... Pero ahora estoy sola, me siento sola y rota. ¿Quién dice que no me volví loca, me escapé de casa y he tenido alucinaciones?

Pero todo se sentía demasiado real. Desearía que alguna señal me de a entender si estoy loca o todo es real, solo quiero estar segura y tener algo claro en todo este caos.

Una repentina brisa helada me sobresalta y me pone la piel de gallina, un escalofrío me recorre y abro los ojos confundida. Las olas siguen moviéndose con normalidad, me levanto de la arena e inspecciono los alrededores con la mirada.

-Te he encontrado.- Escucho su voz justo a mi espalda, me asusto por la sorpresa y mi corazón se acelera. Me doy la vuelta y le miro, sigue igual que siempre pero igualmente la duda me recorre. ¿Será una alucinación de mi cerebro?- Hola.- Saluda y sonríe con nerviosismo, se remueve su característico pelo blanco y conecta su mirada con la mía. Esos ojos son demasiado preciosos para que sean reales.

-Hola.- Murmuro en mitad de mi remolino de confusión, ni siquiera sé si habrá sido capaz de escucharme. Se apoya en su cayado y sonríe con los labios cerrados.

-¿Qué tal?- Pregunta con normalidad, su mirada se pasea ligeramente examinando mi rostro. Me encojo de hombros en respuesta, sigo sin estar segura de si es real.

-¿Cómo me has encontrado?- Pregunto con desconfianza, estoy dudando hasta de mí. Juraría que todo es real, que todo lo fue pero ahora tengo muchas dudas.

-Simplemente lo hice.- Dice sin importancia, solo quiere hablar pero yo necesito confirmar si es real o no. Me da miedo extender el brazo e intentar tocarle por si le atravieso, no sé que haría si todo es producto de mi locura.

-¿Qué quieres?- No soy capaz de despegar mi mirada de él, inconscientemente busco alguna señal que me demuestre algo.

-Desapareciste. ¿Qué te pasó?- Creo notar la preocupación en sus ojos pero también alivio, seguramente sea producto de mi cerebro.

-No lo sé, desperté en el mar y ya.- Respondo sin querer dar más explicaciones, no le estoy mintiendo en verdad.

-Puedes confiar en mí, _____.- Hace el intento de acercarse pero se arrepiente, no quiero que se detenga porque si me toca significa que es real.

-Te estoy diciendo la verdad.- Exclamo mientras me vuelvo a sentar en la arena. El peliblanco parece no creerme, por lo cual sigue insistiendo.

-Quiero ayudarte, déjame ayudarte por favor.- Se acerca un paso y se detiene delante de mis pies, me observa desde arriba con las cejas ligeramente fruncidas. Suspiro y desvío la mirada al mar.

-Ven.- Susurro apenas de formar audible, él me mira confundido y vuelvo a repetir.- Ven, siéntate conmigo.

Con duda se sienta a mi lado y deja su cayado en la arena. Observo su perfil con detenimiento, su piel blanca parece tener resplandor propio y su pelo blanco parece nieve de verdad, sus ojos azules se conectan con los míos y siento que estoy viendo el cielo más azul. Es tan irreal...

Esto No Es Normal | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora