Mantengo mi espalda pegada a la pared. Cupido me examina con curiosidad, su posición es relajada dejando caer todo el peso sobre una de sus piernas, mientras mantiene las manos en los bolsillos y el hombro apoyado ligeramente en la pared. En cambio, el peliblanco me observa con desconfianza, manteniendo su cayado agarrado con fuerza. Se encuentra de pie en medio de la cueva, totalmente rígido. A pesar de que su mirada no se separa de mí, no se cruza con mis ojos en ningún momento.
― ¿Qué tal te encuentras ahora, preciosa? ― Pregunta rompiendo el silencio, pero la tensión no desaparece.
― Mejor.
Después de mi respuesta el silencio vuelve, se escucha algún que otro ruido proveniente del bosque. Me muevo incómoda, cambio el pie de sitio varias veces. Mi mirada se mantiene en el suelo, como si estuviera observando algo interesante.
― ¿Qué ha pasado ahí fuera? ― Sube la voz el peliblanco, lo suficiente para llamar nuestra atención.
― Deja de preguntar lo mismo siempre. ― Le regaña con aburrimiento, rueda los ojos y levanta ligeramente una comisura. ― ¿Nunca aprendes?
― No estoy hablando contigo, así que cállate. ― Gruñe en su dirección.
― Pues yo si estoy hablando contigo. ― Le guiña un ojo con burla. ― Se educado y préstame atención.
― ¿Qué no entiendes? No quiero hablar contigo.
― Siempre quieres hablar con ____, pero lo único que haces es preguntar estupideces. ― Le echa en cara sin ningún tipo de remordimiento, en cambio mantiene la media sonrisa en su rostro.
― No pregunto estupideces. No te metas donde no te llaman. ― En el tono de voz del paliblanco cada vez hay más rabia.
― Me llamaste tú, porque no eres capaz de cuidarla. ― Suelta varias carcajadas con burla. ― Si no fuera por mí, ella seguiría en el bosque inconsciente.
Jack da varios pasos rápidos hacía su posición, le encara como lo harían dos animales listos para pelear. Observo la escena sin moverme, pensando en lo infantiles que se ven. Cupido no pierde su media sonrisa en ningún momento.
― Repítelo si te atreves... ― Arrastra las sílabas con amenaza.
― Sin mí, ― Hace una pausa acercando su cara a la suya. ― no sirves para nada.
En cuanto las últimas palabras salen de su boca, Jack deja caer su cayado al suelo y levanta el brazo con intención de pegarle un puñetazo en la cara. Cupido lo esquiva por poco, el puño pasa a unos centímetros de su rostro, pero aprovecha para inmovilizarle ambos brazos en un movimiento que no soy capaz de procesar. La forma en la que se ha movido ha sido impresionante.
― Quieto, niño. No le faltes al respeto a tus mayores. ― A pesar de que la sonrisa sigue intacta, su tono de voz se ha vuelto más serio.
El peliblanco forcejea, no para de moverse para intentar liberarse e incluso intenta pegarle patadas. Pero no es capaz de absolutamente nada, le mantiene agarrado sin dificultad. La diferencia entre ellos es notable, Jack es delgado y aunque tenga músculos no se comparan a los de Cupido.
― Parad. ― Ordeno cuando ya estoy cansada de verlos. Me ignoran. ― ¡Parad!
Ante mi grito le suelta de inmediato, le da un empujón para alejarlo y este se tropieza con su propio cayado. Apoya las manos para no golpearse la cabeza.
― ¿Estás bien, Jack? ― Me acerco a él. Levanta la cabeza en mi dirección, sus ojos se encuentran con los míos pudiendo ver la rabia que contiene en ellos.
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Esto No Es Normal | Jack Frost
Fanfiction―Todo el mundo es una luna y tiene un lado oscuro que nunca muestra a nadie. ―Ella mantenía la mirada pérdida, tal parecía que su mente estaba en otro mundo. Y ciertamente, solo estaba preparándose para lo que venía, estaba agotada y tenía miedo. Pe...