{Estoy enamorada de la imagen del peliblanco}
Las hebras de su blanco pelo se mueven con las corrientes de aire que entran en la cueva, a diferencia de su postura inmóvil. Se encuentra sentado, con una pierna flexionada en la que reposa su brazo relajadamente. Su cabeza está ligeramente inclinada hacía un lado, su rostro no muestra ninguna expresión, pero sus ojos se pasean por el suelo continuamente. Con el extremo de su cayado a veces golpea el suelo con ritmo.―¿Me vas a soltar? ―gruño por decimoquinta vez. El hielo que se encuentra en mi espalda encadenándome al suelo comienza a incomodarme, no fue suficiente con el golpe que me llevé al caer contra el suelo y no poder usar mis manos para frenarme.
Silencio. Ni si quiera tiene la valentía de mirarme.
―Idiota ―susurro lo suficientemente alto para que pueda escucharme.
Intento moverme con todas mis fuerzas, pero el hielo parece estar incrustado en el suelo haciendo una especie de cinturón que no me deja salir, a la vez que mantiene inmovilizados mis brazos a mis costados.
―Me estas cabreando, Jack. Más vale que me sueltes ―amenazo después de un rato en silencio.
Su mirada se levanta del suelo hasta mi rostro y levanta una ceja con lentitud.
―¿Y si no lo hago? ―la comisura de sus labios se curva ligeramente, pero sin llegar a ser una sonrisa.
―Te patearé el culo de hielo que tienes, imbécil ―escupo sonando lo más amenazadora que la situación me permite.
―Hay más posibilidades de que te nalguee antes de que tú puedas hacer nada, ¿no crees? ―dice de forma indiferente, pero con un brillo travieso en sus ojos. Me observa en espera de mi respuesta, pero no sé qué decir, si estuviera libre le pegaría un puñetazo―. Te soltaré cuando te tranquilices, para que podamos hablar.
―No hay nada que hablar. Me dejaste sola e indefensa cuando se suponía que estábamos juntos en esto, eso es lo que...
Da un golpe brusco con el cayado en el suelo, ocasionando que dé un pequeño respingo por la sorpresa y me quede callada.
―Relájate y te soltaré, después hablaremos ―su voz adopta un tono intimidante que no había escuchado hasta el momento, dejándome ligeramente confundida.
Ante mi silencio se levanta con pereza del suelo, una vez de pie estira los brazos y la espalda. Coge su cayado que había dejado apoyado en la pared y, antes de encaminarse a la salida, me dedica una fría mirada.
Le observo andar relajadamente, levanta los brazos para entrelazar sus manos detrás de su cabeza mientras mantiene el cayado en su hombro, a continuación, empieza a silbar una suave melodía.
Ahogo un grito de frustración y apoyo la frente contra el suelo. Es un verdadero idiota, no soy su maldita mascota para que me mantenga atrapada ni se crea con el derecho de castigarme.
Si la voz estuviera aquí podría librarme, si pudiera usar esas habilidades especiales le quemaría el trasero.
***
He cerrado los ojos y he decidido relajarme lo máximo posible, para ver si de este modo consigo sentirme más cómoda. También he pensado en dejar la mente en blanco, intentar no pensar nada y mucho menos en el sujeto que me mantiene aquí. Ha surtido efecto durante bastante tiempo, incluso se podría decir que me estaba acostumbrando a estar en esta posición, pero todo se desmoronó en cuanto escuché los pasos del peliblanco.
―¿Y bien? ―pregunta con su irritante voz. Mantengo los ojos cerrados e intento con todas mis fuerzas ignorarle.
Tengo que relajarme. Hay que respirar hondo.
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Esto No Es Normal | Jack Frost
Fanfiction―Todo el mundo es una luna y tiene un lado oscuro que nunca muestra a nadie. ―Ella mantenía la mirada pérdida, tal parecía que su mente estaba en otro mundo. Y ciertamente, solo estaba preparándose para lo que venía, estaba agotada y tenía miedo. Pe...