Capítulo 14: II

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Las gotas de agua se mezclan con mis lágrimas. La tierra mojada convertida en barro se pega a mi ropa, la cual a su vez está empapada. Comenzó a llover hace rato, no sé cuánto tiempo. Ni siquiera sé cuánto llevo aquí tirada y llorando. Acabé tumbándome en forma de bolita, abrazando mis piernas y cerrando mis ojos con fuerza.

Jack no se ha ido, continúa aquí. A veces escucho su voz, como si se encontrará a kilómetros de distancia. Pero tengo la certeza de que sigue a mi lado porque siento sus características brisas heladas acariciarme continuamente.

Aún así, su presencia no es suficiente para aliviar el dolor y el vacío que me invaden. Todo ha explotado en unos escasos segundos y ha salido a la luz. La situación me sobrepasa, demasiadas cosas en muy poco tiempo. Mi cabeza no es capaz de aclararse, cuando cree que puede estabilizarse algo nuevo sucede. No puedo descansar, no puedo tener un día normal.

¿Por qué tengo que sentirme tan vacía? Debería estar alegre de que la voz haya desaparecido. Sin la voz se supone que soy una persona corriente, sin habilidades extrañas.

¿Por qué no podía simplemente seguir en mi casa, tumbada en mi cama?

¿Por qué tuve que ver a Jack, un maldito espíritu?

¿Por qué el señor de la barba intentó matarme?

¿Por qué estoy en mitad de la nada?

¿Por qué me siento así?

Tapo mi boca con la palma de mi mano y un sollozo ahogado resuena entre la lluvia. La brisa helada acaricia mi cara con insistencia, pero solo provoca que mi llanto aumente.

― Por favor. ― Escucho la petición del peliblanco demasiado lejana. No soy capaz de escuchar todo lo que a lo mejor dice, solamente algunas palabras sueltas llegan a mis oídos con debilidad.

Me encojo más en mi posición. No me importa el barro, ni la lluvia, ni el frío que provoca que mi cuerpo tiemble.

Los recuerdos de todo lo sucedido dan vueltas continuamente en mi cabeza, torturándome y confundiéndome más.

Entonces, en medio de todo el caos, una melodía se cuela en mi cabeza. Una melodía suave, relajada y tranquila, mientras que una caliente brisa me rodea y me acuna, librándome del frío.

Mi cuerpo deja de temblar y comienza a relajarse. Mi cabeza se distrae de todos los pensamientos y se centra en los suaves sonidos. Poco a poco mis lágrimas dejan de caer, quedando solo el rastro de ellas. Mis sollozos desaparecen por completo.

Abro los ojos para buscar el lugar del que proviene la música. El peliblanco se acerca rápidamente a mi cara, bloqueando mi campo de visión con su rostro. Veo sus labios moverse con insistencia, también sus parpados y sus largas pestañas. En cambio, sus ojos están clavados en los míos con preocupación. Mi mirada se pierde en el azul de su iris, parece el mismísimo cielo.

La melodía no desaparece en ningún momento.

Entro en una especie de trance, siento como mi razonamiento desaparece y mi mente se queda en blanco. No hay nada más.

***

Esta parte es bastante corta, pero se supone que es la continuación de la anterior. Y no quiero mezclar el siguiente capítulo con este, así que se va a quedar así. 😂

Si veo muchas ganas subo el siguiente pronto, quizás mañana o pasado. Ustedes deciden.

💜

Esto No Es Normal | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora