Capítulo 4

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Mis ojos se abren con pesadez, seguimos en la sala del mundo pero es como si todo mi cuerpo hubiera sido golpeado y atropellado. Todos me observan sin parpadear.

-¿Tengo monos en la cara?

-Tienes el pelo rojo.- Dice el conguro intentando agarrar mi pelo, me arrastro por el suelo alejándome.

-¿¡Qué!?- Empiezo a mirar hacia todos lados buscando un espejo pero no hay ninguno, de repente aparece un espejo delante mío. Ni siquiera me preocupo por ese extraño suceso.- ¡Mi pelo!- Acaricio mi pelo con melancolía, nunca he sido fan de las pelirrojas y ahora soy una. Poco a poco los ojos también se me empiezan a poner de color rojo.- ¡Mis ojos!- Exclamo asustada, estoy paralizada. ¿Qué me han hecho?

-¡Tus ojos!- Gritaron todos a la vez. Norte da un paso adelante.

-Tranquila ____, no pasará nada.- Intenta tranquilizarme Norte, pero solo provoca que me ponga aún más nerviosa. ¿Quién es él?

-¿Qué me pasa?- Pregunto, siento mis ojos escocer y mi labio inferior empieza a temblar. Ahora quiero que la voz de la chica vuelva y solucione mis dudas.

¿Qué es todo esto? ¿Por qué estoy aquí?

-El hombre de la luna a devuelto tus poderes.- El hombre de barba intenta acercarse a mí. Siento un fuego crecer en mi interior.

-Quiere mantenerte controlada.- Escucho la voz de la chica demasiado lejos.

-¿Quiénes sois vosotros?- Me levanto apoyándome en la pared.- ¿Por qué me habéis secuestrado? ¿Qué me habeis hecho?

-Ya te explicamos quienes somos.- Entre todos me están acorralando. Mis ojos buscan al chico peliblanco, necesito ver algo que me resulte familiar para no volverme loca.

-¿Quién eres?- Él sabe que mi pregunta va sólo para él porque no aparta la mirada de mis ojos.

-Jack Frost, conozco a tu hermano y a Emma.- Dice con lentitud, dudando ligeramente.- A ti también te conozco, aún que solo me has visto algunas veces.

-¿Ver?

-Soy un guardián, para verme debes creer en mí.- Los cuentos que nos contaban a mi hermano y a mí vienen a mi cabeza, por un segundo un destello de un recuerdo de nosotros jugando en la nieve se hace presente.

-Tú no eres real.- Niego con la cabeza y él suspira, sus ojos azules observandome con precaución.

-Todos ellos son reales, yo soy real y también pero no quieren que recuerdes la verdad.- Su voz me da confianza y seguridad, puede sonar extraño pero es como si fuera una parte de mí.

-¿Y qué hago aquí?

-Solo Norte lo sabe.- Dice el chico y se nota que eso le molesta un poco, extiende una mano hacía mí esperando a que la coja. Los demás observan en silencio sin perder ni un detalle.

-Jack tengo que hablar con ella.- El señor de barba intenta interponerse.

-No confíes en el.

Acepto la mano del chico antes de que llegue el señor, su mano se siente fría como el hielo pero no me importa y me acerco a él. Se sorprende porque acabo pegada a él, es un poco más alto que yo y me mira extrañado. El señor con barba intenta agarrarme del brazo pero me acerco más al peliblanco.

-No quiero ir con él, por favor.- Susurro con una pizca de desesperación, me mira por un segundo y después observa al señor con el ceño ligeramente fruncido.

-Creo que debería descansar, luego puedes hablar con ella.- Pone ligeramente su cuerpo enfrente del mío protegiéndome, ese gesto me hace sentir pequeña pero a la vez segura.

Esto No Es Normal | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora