Capítulo 11: I

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La oscuridad se convierte en una luz blanca cegadora, parpadeo y poco a poco empiezo a distinguir la vegetación. Me restriega los ojos y enfoco la vista, me encuentro en mitad del bosque. Me doy la vuelta viendo el lago entre los árboles, recuerdo lo sucedido y voy corriendo hasta la orilla, el agua está tranquila. Examino al rededor buscando a Jack, si yo he salido él también debería estar fuera.

No le encuentro.

-¿Jack?- Exclamo hacía el agua, espero por algún movimiento pero no sucede nada. Miro de un lado a otro con ansiedad.- ¡Jack!- Grito mientras camino a paso apresurado. No puede ser que me haya salvado y no esté por aquí cerca. No puede ser.

Decido buscar entre la vegetación próxima, no dejo de gritar su nombre y cada vez mi preocupación aumenta. Me recuesto en un tronco y cierro los ojos, esperando que de esta forma sea capaz de recordar o intuir algo que haya pasado después. ¿Cómo he acabado de pie en el bosque? Otro motivo que me perturba es ese, no estaba sentada ni tirada en el suelo sino que, aún que parezca imposible, estaba sobre mis pies con total equilibrio y ¿cómo puedo estar insconciente pero mantener el equilibrio?

Vuelvo al lago con rapidez, me arrodillo y sumerjo las manos en el agua, me concentro en las imágenes de ella alterada y moviéndose pero, a pesar de mis esfuerzos, nada sucede. Golpeo la superficie con rabia provocando que salpique escandalosamente.

La impotencia se acumula cada segundo que pasa, no entiendo que ha sucedido ni como he llegado aquí, debería estar ahogada en el fondo pero no es así, incluso todavía siento mis pulmones agotados y heridos.

-Te he escuchado gritar.- Mi mente se queda en blanco al escuchar su voz a mi espalda, giro la cabeza para asegurarme que es él y mi corazón se detiene.- ¿Sucede algo?- Pregunta justo antes de que salte sobre su cuerpo, abre los ojos sorprendido y abre los brazos para recibirme y, a continuación, escucho su risa cuando me golpeo contra el suelo al atravesarle.

Mis palmas y mi rodilla arden por el golpe, levanto una mano y observo los rasguños. Me levanto con cuidado y veo mi rodilla llena de tierra, el pantalón se ha rasgado y puedo jurar que estará rasguñada por las pequeñas piedras.

-¿Te has hecho daño?- Pregunta con una sonrisilla divertida, incluso su tono es divertido. Se acerca y examina mi rodilla.- Ven, hay que lavarlo.- Me ofrece la mano pero inmediatamente la retira, sigo atravesandole como si fuera aire.

Se queda a mi lado mientras lavo mis manos y mi rodilla retirando la suciedad, la piel roja y dañana queda a la vista. Debo decir que me esperaba algo peor, solo son unos pequeños arañazos.

Jack se mantiene en silencio a mi lado, su semblante es neutro y calmado, su cuerpo está libre de tensión y me observa con tranquilidad. En cambio yo soy un manojo de nervios, ninguna palabra sale de mi boca porque no dejo de darle vueltas a la misma pregunta. ¿Por qué no puedo tocarle? Recuerdo perfectamente como acariciaba mi barbilla y me rodeaba antes de perder la conciencia, estoy segura de que lo hizo y no fue mi imaginación, se sentía totalmente real.

-Lo siento por mi actitud de antes.- Susurra rompiendo el silencio y deteniendo mi oleada de pensamientos.

-¿A qué te refieres?- Pregunto observando su reflejo en el agua, se revuelve el pelo y frunce ligeramente las cejas.

-Tuve un sueño extraño y simplemente no sabía que sentir, estaba confundido y como consecuencia quizás estuve un poco arisco contigo.- Mientras habla desvía la mirada al suelo, como si le diera vergüenza admitirlo.

-No pasa nada.- Miro su perfil y sonrío con los labios juntos.- Lo importante es que estamos a salvo.- Su mirada se une con la mía y vislumbro el toque de desconcierto en su rostro.

Esto No Es Normal | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora