Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)

Capítulo 8

"Déjame Mykew" "Cállate Parkinson" fue lo que Rose pudo distinguir de todos los quejidos que escuchaba cerca del baño cuando pasaba cerca de allí.

Habían pasado un par de dias luego de que los seis adolescentes se encontraron. Tal como había dicho Hymperion, ahora sospechaban que la fuente de magia para abrir esas brechas interdimensionales era de origen oscuro, y descartaba la teória del principio que decía que era consecuencia de sus viajes en el tiempo. El verdadero problema era que alguien estaba manipulando magia prohibida, y sabiendo o no creó puentes entre distintas realidades alternas. R fue muy clara cuando dijo que no sería buena idea volver usando la misma clase de magia ya que pensaba que saldría mal, por eso es que en esos días se concentraron en encontrar la forma de hacer un hechizo tan poderoso como para formar una grieta que solucionaría todos sus problemas.

"¿Cuál es tu maldito problema?" escuchó a la chica luchando.

La pelirroja decidió entrar allí sigilosamente y le sorprendió la escena que veía escondida detrás de una de las paredes.

— Escucha... lo que pasó... solo fue por una vez Zabinni ¿acaso no tienes a otras con quien tener sexo?— la chica de Gryffindor abrió los ojos, el moreno alto tenía sujeta del cuello a la castaña de Slytherin y, desde su punto de vista, le estaba sacando el aire contra la pared.

— Harás lo que yo te pida si no quieres que cuente tu secreto. A tus padres no les gustaría saber que su hija esta...

— ¡Eres una mierda!, jamás debí meterte en eso— balbuceó mientras trataba de soltarse.

Dentro de Weasley crecía el enojo, ella detestaba a las serpientes que estaban allí, y ni siquiera debió meterse en aquel lugar pero ahora no podía pasar por alto la situación.

— ¡Parkinson!— gritó dejándose ver haciendo que el varón la soltara— aqui estas... McGonagall te busca urgentemente, me mandó a buscarte— procuró usar un tono indiferente para que no sospecharan que llevaba ahi un tiempo.

La adolescente que llevaba el escudo verde se escabulló rápido y salió de lugar, casi seguida de Rose.

Casi.

— La próxima no te metas en nuestros asuntos Weasley— le advirtió el chico acercandose.

— Jamás lo haría, me importan muy poco.

Ella vio que los pasos lentos de Zabinni iban acortando la distancia cada vez más rapido, asi que reaccionó sacando su varita.

— Quieres un duelo ¿eh?— le desafió el chico— te sorprendería saber la clase de hechizos que se hacer... vamos a ver qué clase de cosas escuchaste, debo asegurarme que digas la verdad.

Mykew ni siquiera había sacado la varita y parecía estar tranquilo, definitivamente algo no iba bien.

— ¡Petrificus tot...

El ataque de ella quedó a la mitad porque sintió un enorme dolor de cabeza e invación en su mente. Él estaba usando legeremancia y no podía permitir que lo hiciera.

Recuerdos de cenas familiares, discusiones con su madre y sus primeros años en Hogwarts eran los recuerdos que pasaban fugazmente.

— ¡Ya basta!— extendió su mano y trató de ponerse de pie, no sabía en qué momento había caído al suelo.

El ataque cesó.

— ¿Cómo lo hiciste?— casi susurró el de ojos oscuros— ¡Desma...

— ¡Expelliarmus!— exclamó la chica más rápido enviando la varita lejos— ¡¿Cómo es que alguien con tan poco coeficiente intelectual como tú sepa hacer legeremancia?! ¡Quédate donde estás si no quieres que te petrifique!