Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)

Capítulo 13

El domingo ni siquiera había existido para Rose, era el baile de Halloween y tal como lo había planeado, no fue.

Apenas había salido de su sala común para el almuerzo, pero el gran salón estaba casi vacío ya que todos estaban preparándose para la noche.

Había decidido quedarse en su habitación para que nadie, además de Claire, le hablara. Y resultó de maravilla.

El desayuno del lunes es otra historia. Rose notaba las caras de cansacio en la mayoría de los alumnos, ella estaba impecable.

— Buenos dias primita— la saludó Albus mientras se sentaba al frente de ella, a su lado lo imitaba su platinado amigo.

— Hola Al, Scorpius— contestó más alegre, cualquier vergüenza ya había pasado. Él le devolvió la sonrisa.

— No te vi en el baile ayer, eres una aburrida al igual que el teñido— ella rió levemente.

— Tenía cosas que hacer...

— Buenos días a nuestras serpientes favoritas.

James y Fred se metían en la conversación arrimándose junto a ellos.

— Escuchamos que la fiesta de Slytherin estuvo descontrolada eh.

— Oh si, nunca vi a Scor disfrutar tanto un evento social— comentó su primo mientras subía y bajaba las cejas— digamos que chicas que querían intentar algo con él era lo que menos le faltaba.

Scorpius miraba la mesa mientras tomaba su té, se notaba que no le apetecía hablar del tema.

— ¿El pequeño hurón?— preguntó James sorprendido— vaya, cuando quieras te puedo enseñar un par de técnicas.

Rose retuvo una carcajada provocando un sonido que hizo que los chicos la miraran. El mayor de los Potter con una ceja levantada.

— Estoy segura de que no sabes mucho de chicas, Jamie— le dijo burlándose— besar un par no te hace experto.

— Para tu información...

— No quiero información, créeme— Fred le dió palmadas en el hombro al chico de pelo castaño y ojos color miel, en señal de derrota ante el comentario de la pelirroja. Pero luego fue él quien habló.

— Si no mal recuerdo... tu tampoco la pasaste tan mal anoche ¿no Rosie? James no podía creer que estuvieras con ese Hufflepuff y...

— ¿Hufflepuff?— dijeron al mismo tiempo Scorpius y Rose.

— ¿Sabes qué? No interesa, no viene al caso— se adelantó la chica cuando comprendió a quién se refería— tengo que irme.

Dió una ultima mordida a su tostada y salió casi disparada al ver a Lyssander levantarse de su mesa para irse. No habían hablado desde esa noche y no lo había dejado en tan buenas condiciones.

Lo alcanzó en la puerta del comedor y salieron juntos de allí.

— Lys, ¿cómo estás?

— ¡Rosie! Creí que habías muerto, ayer no te ví... Escucha no recuerdo mucho de lo que pasó esa noche pero una compañera me dijo que me llevaste a mi habitación... no sé que clase de estupideces dije o hice asi que pido disculpas de antemano— el reía ante su propio comentario.

— Vomitaste al frente mío.

— Oh no puede ser— el disgusto invadía su rostro divirtiendo a la Gryffindor.

— ¿No recuerdas nada?

— No... ¿hice algo más? dime que no por favor.

— Solo... estaré aquí para lo que necesites— el ojiazul la miró un poco confundido pero asintió con simpatía.