Capítulo 36

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— Creo que es hora de que vayas— le dijo Matt sin despegar la vista de su libro.

Rose sabía que ya tenía que irse, pero lo estaba retrasando todo lo posible quedándose en la biblioteca. Dio un largo suspiro y el chico la miró.

— Estoy seguro de que puedes lidiar con Jack Frost.

— Lo que sea— ella empezó a guardar sus cosas en la mochila y a los segundos sintió el toque de un lapiz en su mano.

— Trata de no explotar que solo han pasado tres semanas del comienzo de clases— Rose resopló y rodó los ojos.

— No me des consejos, eso no es muy Matt de tu parte.

— Oye, yo también tengo sentimientos— reclamó fingiendo indignidad. La pelirroja se dedicó a mirarle mal— mentira.

— Trataré de no explotar.

— Trataré de no darte consejos— dijo desinteresado y volvió a su libro— suerte.

— Tú no crees en la suerte.

— Tampoco creía que alguna situación pudiera llegar a asustarte pero aquí estamos— quería golpearlo.

— Idiota.

El chico torció ligeramente el labio hacia arriba, satisfecho porque sabía que tenía razón. Rose simplemente se fue.

El cielo se teñía de distintos tonos de naranja indicando el atardecer. Una hermosa tarde como para pasarla junto a tu ex amigo tratando de alimentar y atender a criaturas mágicas.

Cuando llegó a la cabaña de Hagrid encontró a Scorpius en la puerta, esperando.

— Debe estar por venir— le dijo él algo tímido.

Rose todavía no procesaba cómo lo había escuchado gritar de terror y luego preguntar por ella. No podía ni siquiera imaginar lo que había soñado.

Se limitó a asentir y a mirarse la mano para pasar el rato. El gigante no tardó demasiado en aparecer por detrás de ellos y los miró sorprendidos.

— ¡Rose, Scorp! ¿qué hacen por aquí?

— McGonagall nos mandó a ayudarte— respondió la chica mientras Hagrid le daba unas palmaditas al rubio.

— Olvidé que era hoy, ya he alistado todo, pero que bueno que hayan venido a la hora del té. Pasen, pasen.

Abrió la puerta de la cabaña y les hizo un ademán para que ambos entraran.

— No te molestes, Hagrid— insistió Rose quedándose cerca de la puerta mientras su compañero se sentaba feliz en una de las sillas.

— Tonterías, han venido aquí y los recibiré como se debe, como a tus padres hace muchos años.

La pelirroja le dio una corta sonrisa y rendida fue a sentarse al frente del chico mientras Hagrid sacaba las tazas.

Perfecto. Estaba allí solo para tomar té.

— Minerva me ha dicho que son amigos, quien lo diría ¿eh?, un Malfoy y una Weasley— sonó tan despreocupado que ni siquiera notó a los dos adolescentes removiéndose en sus asientos, incómodos— no me malentiendan, Scorp sin duda lo único que tiene de Malfoy es lo de afuera... ¿no crees Rose?

— Supongo— respondió distraída y notó la mirada del nombrado sobre ella.

— Oh, ya entiendo lo que sucede aquí— el gigante les sirvió algo que sin duda no parecía té y se sentó con ellos— no sabes las veces en las que he tenido que escuchar a tu madre quejarse de tu padre, o a Harry quejarse también, las amistades tienen altibajos pero si es real siempre se soluciona, cada uno a su tiempo.

Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora