Capítulo 35

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Una semana después, aquel sábado era la primera salida a Hogsmeade. Habían planeado ir todos juntos para hacer un recorrido turístico a los del Ilvermorny.

Sería una buena distracción para Rose, quien en esos días ni siquiera le devolvió la mirada a Scorpius. Su enojo todavía no se había calmado y tenía muchos sentimientos encontrados al respecto.

Quería creerle, pero una pequeña parte de ella seguía dudando. Recordar cómo él había dejado que Amelia dijera todas esas cosas a rienda suelta no ayudaba mucho. El que casi la defendiera cuando ella le dijo que podía echarla de ahí hacía que le hirviera la sangre.

Él sabía que lo que su novia había dicho estaba mal, ¿por qué molestarse en defenderla?. Preguntas similares rondaban su cabeza cada vez que se detenía a pensar en eso.

La puerta sonó un par de veces y Rose despertó apenas, sentía que faltaban horas para la hora de levantarse. Solo quería seguir durmiendo.

Más golpes.

— Rose, McGonagall está aquí, nos espera abajo— escuchó la voz de Hunter— ábreme que te tengo que dar un papel de instrucciones que nos dio, está subiendo las escaleras.

Abrió los ojos abruptamente y se sentó en la cama.

Mierda. Mierda. Mierda.

A su costado estaba descansando Matt, quien ni siquiera había sentido el ruido o el movimiento. Miró la puerta que tenía que abrir aunque sea un poco para recibir ese papel, daba justo al frente de la cama.

No era un secreto que algunos adolescentes se infiltraban en cuartos ajenos, pero que la directora se enterara era distinto.

Se envolvió en una de las sábanas y con la otra tapó totalmente el torso desnudo de del chico.

Usó un hechizo para recoger la ropa que estaba en el suelo y la mandó a un costado para luego ponerse una enorme remera que usaba de pijama.

Luego de verificar que todo esté bien abrió solo unos centímetros la puerta.

— ¿Ella está aquí?— Hunter le pasó un rollo de papel por el pequeño espacio.

— Subió a buscar a Amy, ya estamos todos abajo.

Dicho esto cerró la puerta. No le daría el tiempo para bañarse relajadamente como había planeado.

Se alistó con ayuda de la magia y le dejó una nota de advertencia a Matt sobre la mesita de luz.

Unos pocos minutos después, cuando se veía decente, bajó por las escaleras. Se encontró con los otros tres premios anuales y la directora sentados en el sofá.

— Buen día señorita Granger-Weasley— saludó Minerva— al parecer ha tenido un sueño profundo.

— Sí, un sueño reparador— dijo todavía algo adormilada al notar todas las miradas en ella. Su madrina la miraba como si supiera lo que escondía en su habitación.

Enfocó sus ojos en la mesa del frente y se sentó en el sofá individual.

— Esta pequeña reunión es informal, solo para repartirles esas instrucciones. Es una guía para cuando hagan las juntadas con los demás prefectos y puedan mantener un orden, ¿cómo se han instalado estas dos semanas?

"Bien" respondimos los cuatro al unísono.

— De acuerdo, me alegra. Estuve pensando que por un tiempo podrían ayudar a ciertos profesores a alistar sus clases y materiales, así pueden ver la perspectiva del docente— empezó a decir la directora pero el cerebro de Rose se desconectó.

Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora