Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)

Capítulo 41

El comienzo de diciembre trajo vientos aún más fríos, pero como siempre sucedía, empezaba la época en donde todos comenzaban a especular sobre el baile de navidad.

El último baile de Rose, nunca le había tomado demasiada importancia, pero el hecho de que sea su último año le hacía ver el evento con otros ojos y estaba muy segura de que iba a asistir.

Mientras tanto, hasta que llegara el día, todo iba pasando con normalidad. Aunque tal vez para los Weasley con un poco más de emoción ya que les habían avisado que Victorie se casaba finalmente con Teddy luego de las fiestas.

— Lys se rió de mi todo el día— dijo Claire mientras Ivy trataba de no reír.

Las tres estaban caminando por los pasillos luego del almuerzo. Claire había contado como un chico de quinto la había invitado a salir tratando de hacer un truco de magia que salió fatal y ella casi termina con el pelo quemado.

— Lo bueno es que tu cabello está sano y salvo.

— Por poco, no seguiría estudiando en Hogwarts si hubiera ocurrido algo.

Desviaron su camino para ir a los baños. Una vez allí dentro, mientras Rose esperaba apoyada en una pared, vio a Amelia entrar al lugar e ir directo a los lavabos.

A través del espejo pudo jurar ver un rastro de un par de lágrimas en su rostro, pero si así fue, rapidamente las lavó y cuando se dio la vuelta para salir sabía que estaba allí, pero no le devolvió la mirada y salió con la cabeza gacha sin rastro de cualquier emoción que pudo haber sentido.

Una parte de ella quería creer que no estaba así por Scorpius, a veces le costaba entender que ellos habían estado juntos porque se gustaban. Se querían.

Pero su rompimiento había ocurrido hace casi un mes, no esperaba que se superaran tan rápido si los sentimientos eran fuertes. A pesar de que Amelia le caía bastante mal por sus malos tratos, sintió algo de dolor por ella.

De todas formas, no solía pensar en eso tan seguido ya que Ivy y Claire le habían dado un buen motivo para tener su mente ocupada: Matt.

Hace unos días, en una tarde llena de confesiones, las tres dijeron cosas que jamás pensaron revelar y entre ellas estaba su muy superficial relación con el pelinegro estadounidense.

Ivy dijo que lo sospechaba, que ambos emanaban energía sexual y que no se daban cuenta. Claire sembró la duda de "¿no temes a que puedas mirarlo con otros ojos?".

Y vaya que esa chica tenía el poder de fijar preguntas en su mente, ahora se lo preguntaba cada vez que lo veía, cuando estaban en la biblioteca, en su habitacion o en cualquier rincón en donde a veces se encontraban.

— Tengo pociones— dijo Rose despidiéndose de sus amigas sonrientes.

Dio media vuelta y se encaminó a las mazmorras, recordó las veces que Scorpius la había acompañado a la mayoría sus clases las últimas semanas. Sin duda era lo mejor tenerlo de vuelta.

Matt.

Otra vez aquel nombre invadió su mente una vez que entró al aula y se sentó junto a él.

— Granger, que alegría verte— la saludó sin ningún rastro de alegría.

Él se ganó un codazo leve en las costillas y como respuesta le dio media sonrisa.

Desde aquella vez en la biblioteca, de alguna forma el que ambos sepan secretos del otro, los acercó un poco más en cuanto a la confianza.

Matt acercó su mano a la manga de su suéter y Rose sintió un calor listo para hacer efecto en sus mejillas. Pero solo le quitó una pelusa y volvió la vista a su libro.