Ronald Weasley caminaba junto a su hija hasta el despacho de la directora McGonagall después de casi separarla a la fuerza de Scorpius.
— Rose, te dije que no te acercaras a Malfoy.
— Solo lo felicitaba por el partido— le contestó de manera seca. No tenía ganas de escuchar sus hirientes palabras, además, estaba avergonzada por la actitud de su progenitor hacia aquel Slytherin.
— Princesa créeme que tengo razones, solo te estoy protegiendo— ella rodó los ojos sin que le viera.
— Agradezco el intento, pero puedo protegerme yo sola.
Una vez dentro del lugar de destino se encontraron a la directora pero también a Hermione y Harry.
— Ronald, Rose, tardaron bastante— les reprochó la ministra.
— Para ser un partido ella estaba en el lugar menos pensado.
— ¿Por qué estoy aquí?— preguntó la pelirroja confundida, no recordaba que alguien la hubiera descubierto rompiendo un par de pequeñas reglas. Su madrina fue la que tomó la palabra.
— Tengo entendido que tu padre ya te comentó que desde el ministerio detectaron el uso de magia prohibida en Hogwarts— asintió— dos personas más llegaron confundidas hasta la oficina de los aurores diciendo cosas sin sentido recién... justo cuando el detector localizó actividad aquí, hace un rato. Eres la única prefecta que sabe de la relación de estos hechos, queríamos preguntarte si habías visto algo fuera de lugar en estos días o en tus rondas nocturnas.
— No.
— Rose, es importante que nos digas la verdad— insistió su madre y sintió como quería ingresar a su mente mediante legeremancia, lo cual impidió sin ningún problema ya que el entrenar constantemente con emociones y concentración la oclumacia había sido un efecto colateral muy beneficioso de su aprendizaje.
— ¿Intentaste entrar a mi mente? Dije que no, no vi nada raro, todo está normal— un tono de indignación se apropió de ella.
— ¿Desde cuando sabes oclumancia?— le preguntó Hermione.
— Malfoy...— fue lo único que soltó su padre entre dientes.
— Tengo muchas tareas pendientes, ya dije que no noté nada raro, pero si lo hago te avisaré a tí madrina, inmediatamente.
Salió disparada antes de que alguno de sus padres le dijera algo, no se habían comunicado hace semanas y ni siquiera le habían preguntado cómo estaba... pero esa indiferencia ya se le estaba haciendo costumbre.
El sol ya había caído, no quería ir con R a fundirse la mente, tampoco quería ir con su primo ya que estaría con Scorpius y luego de aquella escena rara y vergonzosa quería que pasara un tiempo antes de dar la cara de nuevo.
— ¡Al fin te encuentro!— giró sobre sí misma, reconocía aquella voz.
— ¡Lyssander!, he visto muy poco del partido pero no hace falta decirte que eres impresionante.
— Lo sé— respondió con suficiencia pero luego rió— me entristece que este año no pueda enfrentarme a ti, una cazadora digna de mi nivel— siguió diciendo provocando una mueca en la chica.
— Prepárate porque el año que viene te daré una paliza.
— Lo dudo mucho Weasley... escucha, hoy es la fiesta que te dije hace como 2 semanas, aunque hayamos perdido no se suspende ¿vendrás?
— Sí, claro, ¿en tu sala común?— el asintió emocionado.
— Te veo allí a las 21hs, te esperaré en la puerta.
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Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)
FanfictionEsta historia relata la vida de Rose Granger-Weasley a partir de su 5to año de Hogwarts. El año anterior el dúo se Slytherin había viajado en el tiempo, pero este año le toca una aventura a ella. ¿Perfecta? Por supuesto que no lo era, de hecho todo...