Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)

Capítulo 26

Era una noche ideal para leer, o por lo menos lo era para Rose.

Se encontraba en una esquina de su sala común, lejos del centro del ruido en donde estaba la mayoría de sus primos. Se había acostumbrado a sus voces de fondo, no le molestaba.

Trataba de concentrarse en su lectura pero de a ratos su mente viajaba a cosas totalmente distintas haciendo que tenga que repetir la misma página una y otra vez.

Lo positivo es que ella era una chica que si se lo proponía podía, metafóricamente hablando, agarrar sus sentimientos, ponerlos en una caja y mandarla a lo más profundo de su mente. Y es lo que hizo cuando por quinta vez en la noche su cabeza decidió que era buena idea recordar la cara de cierto Slytherin.

El retrato dio paso a dos personas que estaban entrando. Lorcan y Lily, ambos iban sonriendo hasta que el chico se despidió. Fue ahí cuando Rose trató de analizar la conducta de su pequeña prima, quien si bien tenía los labios curvados, también tenía cierta expresión ausente.

Se fijó la hora y decidió levantarse para hacer las rondas, esta noche le tocaba solo a ella.

— Hola Rosie, cada día te veo menos— le saludó su prima pelirroja.

— Ya sabes, los TIMO's están cada vez más cerca.

— Tal vez deba disfrutar más mi tercer año libre de esos exámenes estresantes... oye me preguntaba si tú... mm ¿sabes como está Lysander?— Rose levantó un poco las cejas ante la pregunta.

— Pues... normal, ¿por qué no le preguntas tú?

— Mhm, lo haré— dijo dudosa. Sabía que no lo haría, pero era interesante saber que pregunta por él.

Sin más que decir salió de su sala común, ya no hacía falta usar campera, la primavera era un hecho siendo principios de abril.

Le tomaron unos veinte minutos dar el recorrido que se sabía de memoria, estaba agradecida de que no se haya encontrado con ningún problema, lo que menos quería era lidiar con gente a esa hora.

Luego de la partida de R y sus amigos, ella había intentado invocar su poder cada vez que podía para practicar, y lo había logrado varias veces.

En ocaciones sentía una energía recurrente circular por todo su cuerpo, sabía que era momentos en los que sus emociones estaban a tope y podía extender su mano y producir una fuerza invisible capaz de tirar bancos y sillas a la pared. Si, lo había intentado y sucedió eso.

Pero todavía no sabía qué más podía hacer o cómo realizar cosas distintas. Por ahora se limitaba a aquella rara fuerza que sentía por momentos. Como en ese mismo instante.

Tenía la necesidad de liberar la acumulación de energía en su interior. Asi que se fijó si alguien estaba por ahí antes de tratar de meterse a un aula vacía.

Pero la puerta no abría.

— Alohomora— dijo con su varita en mano, pero nada cambió.

Aquello le generó curiosidad así que liberó un poco de su poder hacia la cerradura y misteriosamente funcionó.

Cuando entró cerrando la puerta tras ella se quedó extrañada por aquel lugar. No era un aula, era un cuarto grande pero bastante extraño, habían muchos espejos en una parte, por otra habían pilas de libros y estantes.

Algo emitía cierto brillo detrás de los espejos, así que se dirigió hasta ahí. No esperaba encontrarse aquello.

Eran más estantes pero que contenían varias gradillas con pequeños tubos, los cuales contenían algo que emanaba cierta luz. Al frente se posicionaba un pensadero.