Capítulo 53

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Scorpius sopló las velas y le pareció raro no ver a la pelirroja cerca.

Algunos lo abrazaron, otros le dieron palmadas en el hombro, pero tan pronto como pudo fue con sus amigos. Claire, como si ya supiera lo que iba a preguntar, sonrió con tranquilidad.

— Está con su madre, cualquier cosa ella nos dirá luego.

— ¿Está bien?

— Sí, tranquilo.

Él asintió y agarró la porción de pastel que le habían pasado.

Se dedicó a hablar con Claire de trivialidades, más que nada para no pensar en la razón de la urgencia del llamado de la ministra. Ella le comentó que había llegado con un equipo de aurores, más que seguro se trataba de información acerca de la guía del tiempo.

Una hora más tarde el ambiente ya no era tan alocado, la música era un poco más tranquila y varios buscaron la forma de entretenerse fuera de la pista de baile.

A medida que el tiempo pasó y llegó la madrugada todos comenzaron a retirarse hasta quedar nuevamente los siete.

— Si le dan información importante Rose va a querer que nos reunamos aquí mañana, es mejor que vayamos a descansar— sugirió Ivy.

Todos estuvieron de acuerdo, la Gryffindor estaba con su madre y al parecer el tema de debate o investigación se había extendido bastante. Por eso Scorpius fue a su sala común.

Esta vez fue a su propia habitación y por más de que estaba cansado se dio una ducha para matar el tiempo y ver si Rose llegaba en el proceso. Pero minutos más tarde, cuando ya tenía puesta ropa algo más cómoda, ella no había llegado.

Dejó la puerta de la habitación abierta así podía verla en caso de que volviera y se dispuso a leer un poco. Pero no pudo resistir el sueño, por más de que se obligó a mantener los ojos abiertos cayó rendido.

Su descanso fue ligero, no supo si habían pasado pocos o varios minutos cuando oyó pisadas cerca de la puerta.

Y ahí la vio.

Rose tenía la cabeza asomada en la habitación y el rubio se frotó los ojos reaccionando y dejando caer el libro que había permanecido abierto.

— Sigue durmiendo, estas cansado— fue lo que dijo y casi desaparece tras la puerta.

— Estoy completamente despierto— se sentó en la cama y enfocó la mirada. Eran las dos de la madrugada— vamos, ven aquí conmigo.

Ella pareció dudar pero entró. Llevaba una enorme campera y su rostro no estaba sonrojado como hace un par de horas, cuando la había visto por última vez.

Se sentó a su lado en la cama y se masajeó el hombro con los ojos cerrados.

— ¿Está todo bien?— preguntó él.

— Sí... bueno no. Pero mañana les contaré a todos para llegar a una conclusión— quería decirle que por favor no lo dejara con la intriga, pero el cansacio se vio reflejado en sus ojos. No insistió.

— Ven, acuéstate aquí— dijo dándo palmaditas a su lado. Ella sonrió débilmente y suspiró agotada.

— Estoy hecha un desastre.

Scorpius sabía que de nada serviría que le dijera que se ve más que perfecta, asi que se levantó y no tuvo que rebuscar tanto para sacar una remera y unos pantalones para prestarle. La habitación de la chica, junto con un propio pijama, estaba literalmente a diez pasos pero él quería ver cómo le quedaba su ropa.

Ella bajó la cremayera de la campera mostrando nuevamente aquel vestido que le quedaría en la memoria.

— Voltéate, pervertido, no tengo ganas ni de caminar al baño— el Slytherin rio por lo bajo y puso la cara contra la almohada.

Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora