Rose Weasley || SCOROSE || (Terminada)

Capítulo 29

Dos semanas.

Solo habían pasado dos semanas desde que Rose había decidido encerrarse a sí misma y no interactuar más de lo necesario con los demás. Aunque Claire era la excepción ya que literalmente dormía al frente de ella.

— Rose— le susurró su amiga— son las cinco de la mañana, ¿qué haces despierta?

— No lo sé, existiendo.

Horas más tarde Finnigan se despaviló por completo y agradeció que solo quedaran ellas dos en la habitación.

— Hace días que no te veo dormir.

— Si duermo, solo que un poco más tarde.

— Y te despiertas muy temprano.

— Hay que aprovechar el día— la castaña la miró por un segundo y luego fue hasta su cama, junto a ella.

— No sé como haces, estudias un montón, James te masacra en el entrenamiento y encima pareces dormir un máximo de cuatro horas por día...

— Ando con bastante energía— contestó encogiéndose de hombros y decidió redirigir la conversación— ¿cómo vas tú? con todo...

— Bueno... ahora estudio una hora más por día, lo cual es mucho para mi— ambas sonrieron.

— ¿Lorcan volvió a acercarse?

— Ahora sus intentos son menos frecuentes— contó después de dar un suspiro pesado— tú sabes que a mi me gustan los chicos y las chicas, con una lamentable preferencia hacia los primeros... tal vez deba intentar con...

— Con cualquiera que te ponga a tí primero, siempre— terminó de decir la pelirroja por ella causando en su amiga una expresión de mamá orgullosa.

— Exactamente eso.

— Tal vez yo también pueda intentarlo algún día— murmuró.

— ¿Salir con mujeres?— la pregunta salió de su boca con cierta sorpresa y entusiasmo— lamento decirte lo que veo Rosie, pero tu eres Scorp-sexual, ya sabes... no te atraen los varones, solo te atrae uno en específico, único en su especie— ella la miró con indignación fingida pero a la vez cierto dolor por escuchar el nombre de su amigo.

— Hablaba de salir con alguien cualquiera en un futuro lejano— aclaró soltando una pequeña risa desganada.

— Oh, eso... claro que si, tú tienes que decidir cuando, es solo cuestión de tiempo.

Cuestión de tiempo.

El tiempo era el problema en todo eso.

— No pude evitar notar que te limitas a hablar muy poco con Scorpius, por no decir absolutamente nada... ¿estás bien?

— Nos hemos besado— soltó sin pensarlo. No soportaba retenerlo y no poder hablarlo con nadie.

— ¡¿Qué?!

— Dos veces— la castaña abrió aún más los ojos— y hace dos semanas le dije que quería que se alejara... que no me gustaba de esa forma.

— ¡Noo!, ibas bien hasta la última parte— se quejó frustrada— ¿qué ha pasado?

¿Debía contarle todo? ¿Sería buena idea o solo quedaría como una loca?

— Está el asunto de mi padre...— ella rodó los ojos— me dijo que me mandaría al Ilvermorny si insistía en estar con él, aunque sea como amiga.

— Espera... ¡¿qué?! Por Merlín, eso está mal, muy mal.

— Luego yo... he visto el futuro.