Isekai Mex

Despedida

->14 de octubre - 4:15 pm<-

¿Dónde nos quedamos?... Ah sí.

Tzila: Vine a matarte.

Tzila llegó al final del desempate. No se veía como antes, parecía mucho más prieto e intimidante.

Mexa: Ehhhh... ¿Quién?

Tzila: A tí.

Mexa: Te preguntó JAJAJAJA.

Aztek: JAJAJA ¡Que pendejo eres!

Esa broma lo molestó lo suficiente para lanzarse contra nosotros.

Tzila: ¡Déjate de jugar!

Llegó directo a golpear a Aztek y lo mandó hasta atrás.

Me pareció confuso que se equivocara, yo soy el del suéter.

Mexa: Oye ¿No ibas a matarme a mí?

Tzila: Sí pero pues... Bueno ya.

Sacó una cosa igual a la de Mictla y trató de atacarme.

Majo: ¡Shield!

-Me pregunto ¿Cuántos ha creado desde que apareció?

Majo detuvo el paso del arma con un escudo y me salvó.

A Tzila se le rompió una de sus hojas y se echó para atrás.

Mexa: No es por nada, pero somos 8 vs 1.

Frida: Son 4 vs 1. A nosotros no nos metas en tus problemas.

-¿Neta no van a hacer paro? Pinches mamones.

Frida se hizo para atrás junto con Ena y Jiga.

Kano: 5 vs 1.

Kano fue la única que se hizo para adelante y nos quiso ayudar.

Rino: Me lleva.

Tzila ahora estaba algo confiado, pero aún así no le noto nada de presión.

Tzila: ¿Tú crees que tengo la desventaja numérica?

Sonrió como un villano con un as bajo la manga.

Mexa: ¿No sabes contar o fuiste al Conalep? Espera, es lo mismo.

Tzila subió lentamente su arma a las venas de su mano derecha.

Tzila: Pues estás muy equivocado.

Se cortó las venas y su sangre se empezó a escurrir hacia su mano.

Tzila: ¡Invocación demoniaca!

Puso su mano cubierta de sangre en el suelo y de la nada, una luz roja se iluminó a sus espaldas.

Tzila: En términos de valer madre, ya valieron madre.

Empezaron a salir varios demonios con líneas naranjas en el cuerpo.

Mexa: Son de rango medio pero son muchos.

Salieron casi unos 50 de ellos y sabía que Tzila no era un rival fácil.

Tzila: ¿Qué les parece?

Mexa: Ta chido eh.

La neta no sabía cómo reacciona a esto, pensé que Tzila podía ser mi compa, pero ni modo.

Tzila: Ustedes pueden empezar por estos weyes, yo estaré un poco de travieso mientras tanto.

Los demonios vinieron a atacarnos sin previo aviso, empezaron correr a lo pendejo y a golpear a lo loco.