Reencuentro

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->En lo profundo de un bosque - 20 de octubre<-

Solo ha pasado un rato desde el incidente con Amalia, de hecho no ha pasado más de una hora.

Mexa: Y entonces me adentré en mi mente wey, se siente chido pero está raro.

Aztek: Yo conozco otra manera de meterte en tu mente y más natural. Aunque luego se te ponen los ojos rojos.

Cómo solo entrenar no nos ayuda mucho, Majo y Rino decidieron tomar una misión que les pidió Edward.

Rino: Dejen de hablar un rato y busquemos el objetivo.

-Se nota que se molestó.

Rino parece que no está de humor como en la mañana, pero de todas formas ya es costumbre.

Seguimos entrando más profundo al bosque, el tiempo pasaba y por más que buscamos no encontramos el objetivo.

Mexa: A ver si entendí, buscamos a un oso garra de fuego.

Majo: Ajá.

Mexa: Tenemos que conseguir sus garras para llevarselas a Edward.

Majo: En efecto.

Cómo yo no sabía de la misión decidí preguntarle a Majo y lo que me respondía era absurdo.

Mexa: ¿Para qué?

Majo: Nomás, creo que quiere hacer un collar.

-Ese pendejo.

La verdad ya no me sorprende tanto sabiendo lo mamón que es ese wey.

.....

Aztek: *Suspiro*

Aztek ya venía suspirando desde hace rato, parecía que estaba desanimado.

Majo: Has estado así por un rato, ¿Qué pasa?

Aztek: Es que me siento estancado por no mejorar con esta madre. Ya siento que me estorba.

A lo largo del camino el ha estado golpeando los árboles, eso es un problema para pasar desapercibidos.

Aztek: Me siento como si fuera un inútil.

Mexa: Ay pero que joto eres wey.

Verlo tan depresivo me dio cosa y mejor decidí hacer algo para que se calmara. Aunque eso signifique hablarle pesado.

Aztek: Lo dice el que trae las uñas pintadas.

Me escondí la mano en uno de mis bolsillos.

Mexa: No mames wey, si vas a estar así mejor lo hago de una vez.

Busqué en mi bolsa del suéter y saqué dos empuñaduras que me encontré en la sala del castillo.

Mexa: Luego me lo agradeces.

Aztek: ¿Qué vas a~

Puse toda mi concentración en crear algo con mi habilidad de hacer cosas afiladas.

Mexa: ¡¡Aaaahgg!!

De las empuñaduras se comenzaron a formar dos espadas cortas y delgadas.

Majo: Órale.

Terminé y como de costumbre, mi poder mágico fue gastado rápido, incluso caí al suelo.

Aztek: No pues estás cabron eh. Creaste dos de las cosas que me estado quejando no poder manejar.

Mexa: Si pero ahora son dos... Aguanta creo que...

Isekai MexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora