Isekai Mex

Restaurado

->11 de diciembre - 1:20 am (Narrativa de Mexa)<-

Mexa: Vamos a devolver el liderazgo a Mocte.

Rino fue la única que entendió esto, pero los demás no se esperaban eso.

Majo: ¿Estás loco?

Mexa: Claro que no, pero no te lo explicaré, dejaré que Mocte lo haga luego de recuperar su mente.

Entramos al cuarto de la pirámide y llegamos hasta el lugar donde estaba la escotilla. Abrimos y entramos uno por uno.

Aztek: ¿Esto es una celda o un bloque?

Mexa: Ni idea, pero es muy nostálgico~ ¡Ay!

Rino me pegó con su codo por decir eso.

Mexa: Cómo sea.

Me di vuelta y le hablé a Amalia para pedirle el paro de que saque a Mocte de ese control mental que parece tener.

Mexa: Amalia, nec~

Amalia: Ya leí tu mente desde que estábamos arriba, cuenta conmigo.

Me esperaba eso, pero tenía algo más que decirle antes de abrir la entrada.

-Eso lo sé, pero quiero que indagues un poco más dentro de su mente para saber quién le hizo eso.

Amalia asintió y les pedí a los otros que se preparen para lo que venía.

Mexa: Miren, mandé a poner cadenas aquí porque se me hacía tonto que no hubiera, aún así cuidense de Mocte.

Abrí la puerta con un movimiento de de mano de abajo hacia arriba.

Majo: ¿Esto es algún sistema de reconocimiento de la ciudad?

Mexa: Algo así, me explicó el elemental de tierra que solo el líder tiene acceso a este lugar.

Al ver dentro del lugar vimos a Mocte encadenado, un poco más delgado porque se me olvidó encargarle a alguien que le diera comida.

-La neta si me pasé.

No se veía con la misma fuerza de cuando "peleamos" con él, pero aún se veía fuerte.

Al dar el primer paso dentro, Mocte aparentemente se despertó porque estabas dormido y habló sin rodeos.

Mocte: ¿Qué es lo que quieren?

Se notaba que estaba molesto, luego de hacerlo perder toda clase de respeto que le tenía la ciudad, que Chuy se lo puteara hasta casi matarlo y que no le mandé comida en días, era comprensible que esté así.

Yo también me puse serio y no le di más vueltas al asunto.

Mexa: Venimos a ver si en realidad tienes la mente alterada o simplemente eres un traidor a la ciudad, en caso de que sea la segunda te mataremos.

Mocte no intentó nada, ni siquiera respondió, solo se quedó quieto como si nos diera permiso de acercarnos.

Mexa: Entonces con permiso. Amalia.