24: La confianza como base

75 8 3
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Roma, capital del Imperio Romano. Palacio del Emperador, 15 de febrero del año 23 a.C.


Alejandro observa a su hermana, está extraña y sabe que algo está pasando pero no sabe qué y eso lo tiene un poco inquieto. Escuchó rumores que hace un tiempo atrás, Juba había llegado a Roma pero volvió a su reino inmediatamente aduciendo alguna emergencia, ni siquiera habló con el Emperador. Muchos altos cargos del imperio tomaron esta actitud con desagrado y ven al rey como un hombre arrogante por haber relegado al Emperador, a pesar de que Augusto no ha hecho ninguna referencia al tema.

Cuando Alejandro cuestionó a Selene, ella aseguró que apenas se habían saludado en el jardín cuando tuvo que marcharse, pero él sabe que hay algo más. Hay un hermetismo particular que no termina de convencerlo y más, cuando Julia sigue deslizando comentarios pero sin revelar nada. Un "¿Cómo terminó todo?", "Pobre Juba", "Selene querida, ¿alcanzó tu disculpa?", "Tal vez Tiberio debería interceder, aunque dudo que alcance", "Se vio muy feo lo que hicieron"... y así siguen. De lo único que Alejandro está seguro es que le están omitiendo algo, su hermana parece que no hablará, pero aparentemente Tiberio también estuvo involucrado, tendrá que ir a interrogarlo. Y si continúa sin saberlo, no le quedará otra que hablar con Julia, aunque prefería ingerir mierda antes que acercarse a esa mujer; además, tampoco estaría seguro de que sea verdad lo que le relate.

Está en una encrucijada, pero definitivamente recurrirá a Tiberio. No piensa bajar los brazos hasta descubrir qué pasó con el rey Juba.

—Estuve averiguando un poco sobre Juba —pronunció Alejandro y vio el momento en que su hermana se tensó, pero no obtuvo otra reacción.

Selene solo gesticuló un murmullo para que sepa que lo estaba escuchando porque no sabía qué hacer. Todavía no le había contado nada a su gemelo sobre la decisión del rey Juba de romper el compromiso, ya que no quería decepcionarlo; antes intentaría arreglar la situación ella misma. Le había escrito varias cartas durante los últimos tres meses, pero el soberano no le había devuelto ninguna. Tal vez esta vez era definitivo, lo que tanto había deseado se cumplió: no se casaría con Juba; sin embargo, no sabía del todo por qué no estaba feliz.

—Parece que no toda la población está feliz con su reinado, ya que consideran que su rey es demasiado "romano" —continuó Alejandro, como si no hubiera notado el cambio de actitud de su hermana—. Así que cada cierto tiempo, tiene algunas revueltas pero hasta ahora ha logrado controlar todas.

Selene asintió y siguió arreglándose el cabello. Alejandro tenía toda la seguridad de que algo había sucedido, su hermana siempre estuvo ansiosa para saber qué le ocultaba Juba y ahora, ni siquiera le daba importancia. Sin lugar a dudas, iría a buscar a Tiberio para que le diera una explicación.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LA ÚLTIMA CLEOPATRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora