BTS REACCIONES [Pedidos Cerrados]

Idol Boyfriend ➳Namjoon

TN: El primer día a sido...¿Cómo decirlo?

RM: ¿Excelente?

TN: No lo diría así, más bien, a sido como una fabulosa fiesta.

RM: Me alegra escucharte hablar así cariño.

TN: Si, lástima que nadie me dijo que yo sería la piñata.

-Hiciste un tierno puchero y Namjoon abrió sus brazos en tu dirección, enseguida fuiste a refugiarte en ellos. Extrañabas esas muestras de afecto durante todo el tiempo que estuvo fuera del país para poder ir a grabar su nuevo video musical.

RM: Te extrañé mucho, ¿lo sabes cierto?

TN: Lo sé, yo también te extrañé demasiado. Me hiciste mucha falta todos estos meses.

RM: Si, y lamento no haber estado contigo para celebrar nuestro aniversario.

TN: No debes disculparte, lo recordaste y eso me basta y sobra.
Ya es un gran paso, considerando tu apretada agenda, estaba dudando que tan si quiera llegaras a llamarme.

RM: Sabes perfectamente que nada es más importante para mi que tu, que lo nuestro.

TN: Te amo.

RM: Y yo te amo mucho a más a ti.

-Namjoon besó tus labios. Hace más de tres años que habías iniciado una relación con el líder de la famosa banda, BTS.
Todo comenzó cuando se conocieron en el aeropuerto de Seúl, Kim Namjoon por error chocó contigo, haciendo que cayeras abruptamente y rompiendo la pantalla de tu celular en mil pedazos.
Claro que no lo ibas a dejar ir tan fácil, pero para evitar armar un escándalo su manager te entregó un número para que pudieras llamar y obtener una indemnización.

-Por azares del destino esa no sería la única vez que verías al chico, todo sucedió de una manera tan sorprendente que hasta ahora no te tragabas que fueras novia de uno de los hombres más codiciados en todo el mundo.
Y lo aceptabas, no era la relación con la que alguna vez soñaste, claro que no, salir con una celebridad traía varias desventajas que muchas de sus fans ignoran.

TN: Me he quedado sin víveres, iré de compras. ¿Te gustaría acompañarme?

RM: Amor, tu sabes que me encantaría poder ir contigo.

RM: Pero...

TN: Cierto, lo olvidé. Bueno, no importa, iré yo sola.
No tardaré.

-Sonreíste amargamente y bajaste tu mirada, esta era una de las desventajas, jamás podían hacer las cosas más simples que las parejas normales compartían.
Todas las citas que habían tenido eran o bien en tu casa, viendo alguna película o solo haciendo algo que los dos disfrutaran. O las veces que salían lo hacían pasada las doce de la noche, pues a esa hora ya no había riesgo de ser vistos.
Pero no importaba, el lugar que fuera se transformaba en algo mágico por el simple hecho de tenerlo a tu lado.