Corrupción (En Corrección)

2: Sombra (Parte 2)

Toni se encontraba sentado fuera de su negocio, aún era demasiado temprano, pero él tenía intenciones de abrir la tienda nada más llegase su empleada y así el poder irse a realizar algunos asuntos, pues Carlo su hermano seguramente estaría dando vueltas por la ciudad, aunque de igual forma no tenía tanta prisa en realidad.

Toni estaba bastante orgulloso de que poco a poco estuviesen obteniendo más apoyo y oportunidades de lo que habían imaginado en su negocio, al parecer Marbella entera estaba manchada por la corrupción, incluso de los mismos que se suponen que debían combatirla.

Bueno venga de donde provenga la ayuda daba igual, lo importante era aprovechar cada mínimo apoyo para lograr sacar adelante ese gran negocio de la droga, el rubio se levantó y caminó por la entrada del establecimiento, pues lo cierto era que la joven que habían contratado estaba tardando demasiado en llegar, sin más que hacer el chico decidió alejarse un poco de la entrada pues quería aprovechar para vender un poco de pirulas a los transeúntes que pasaban por enfrente de la gasolinera.

El joven se encaminó a un hombre que se encontraba paseando a un perro, el hombre más que gustoso aceptó comprar algunas pirulas, pues esa mierda era realmente de la buena según las palabras de muchos otros clientes, Toni tomó de inmediato el dinero y lo guardó en su bolsillo del pantalón, fue en ese instante donde escuchó las sirenas de un patrulla Toni guardó la compostura y caminó de vuelta a la tienda lo más normal posible para evitar levantar sospechas, fue entonces que el vehículo se estacionó justo a la entrada, de ahí salió Greco quien ni corto ni perezoso se dispuso a hablar con él joven.

— Buenos días caballero — saludó el hombre

— Buenos días agente — Toni sonrió

— Es bastante temprano... creí que no encontraría abierta la tienda

— Bueno es que estaba esperando a mi empleada, pero parece ser que se retrasó — Toni le seguía la conversación ¿De verdad no había visto nada?

— Entiendo — Greco miró hacia el joven, tomando la iniciativa que necesitaba — ¿Podría comprar algo?

— Desde luego, adelante además tendrá el privilegio de ser atendido por mi — mencionó el joven señalando su pecho con su pulgar

— Eso es maravilloso — Greco dejó salir una pequeña sonrisa, pues el gesto del chico le había dado un aire a Gustabo, más específicamente a que aquel chico tenía tendencias a ser algo vanidoso y soberbio, pero sin ser demasiado como para molestarse por ello

El rubio abrió la puerta del establecimiento dejando entrar al agente al lugar, Greco tan sólo le siguió en su camino, el hombre realmente había tenido problemas para despejar su mente respecto al joven. Necesitaba realizar un acercamiento con él, sin embargo, no quería ir demasiado rápido, pues lo último que deseaba era causarle una mala impresión y alejarlo.

— ¿Qué desea comprar?

— Bueno... ¿Qué tiene?

— Cómo puede ver, ya han abastecido perfectamente la tienda

— Entonces si pido un café ¿Me lo dará?

— Sí, no veo problema ¿Quiere acompañarlo con algo más? Usualmente cuando vienen otros agentes suelen acompañarlo con donuts

— Suena bien — Greco tan sólo observó cada uno de los movimientos del rubio, el verlo servir la bebida, colocarla sobre el mueble y también tomar una pequeña caja de donuts

— Aquí tiene — el rubio procedió a cobrar el dinero, él no era nada tonto, desde luego que notaba la intensa mirada de aquel hombre y aquello comenzaba a despertar su curiosidad — ¿Sucede algo Greco?