98: Promesa (Parte 10)

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El omega yacía con el móvil en la mano, estaba aún agotado por la larga y tendida caminata que dio en compañía del alfa el día anterior, su dedo índice se deslizaba por la pantalla en busca de alguna sugerencia para pedir algo de comer, ciertamente el chico estaba a la espera de una visita en su domicilio, al final de la caminata se pactó un encuentro entre los dos en el hogar del omega.

Toni iba a aprovechar la ausencia de su hermano para así poder charlar más con aquel hombre, si realmente debían estar juntos, lo mejor era irse conociéndose más fondo. El que Toni le permita al alfa ingresar en su residencia era un voto de confianza muy grande, simplemente esperaba no haberse equivocado.

Después de un par de recomendaciones de platillos extravagantes, el rubio al final se decidió por la opción más simple pero confiable, pidió una pizza y un par de bebidas. Sus ojos se desviaron de la pantalla al momento de escuchar un par de golpes en la puerta, el omega se levantó del cómodo sofá y encaminó sus pasos hacia la puerta, al abrirla se encontró con aquel alfa cuya expresión era serena.

— Adelante — el omega le dio la espalda y caminó por el pasillo con el hombre siguiéndole — bienvenido a mi humilde morada supong-

Las palabras del rubio se vieron incompletas al momento de que aquellos brazos rodearon su cintura, el mayor se mantuvo con la nariz contra la nuca del menor, estaba ansioso de inhalar ese dulce aroma nuevamente, era increíble, nada más entrar al lugar podía sentir como el aroma del chico estaba esparcido por todas partes, un absoluto deleite para su nariz y la tranquilidad de su corazón.

— No piense que le traje aquí para hacer cosas indebidas — mencionó el rubio al posar sus manos sobre las del alfa

— No vine con esas intenciones — respondió al romper con el abrazo, darle la vuelta al chico y rematar dándole un pequeño beso en los labios

— Eso es lo que sus palabras dicen pero sus acciones hablan demás por si solas — protestó algo apenado

— No sabía que besar a mi pareja era considerado un acto indebido

— Si se trata de usted si lo es

— ¿En serio es eso? Porque tal parece que eres el único aquí que piensa en esas cosas

— No me venga con eso… sólo vamos a la sala de estar ¿De acuerdo?

El rubio tomó la mano del contrario, llevándole a la gran sala donde solía pasar la mayor parte del día, una vez ahí tomaron asiento en lo que buscaba algo bueno que pudiese poner en la televisión.

— Hay otro aroma aquí además del tuyo — pronunció el mayor al olfatear un poco

— Tengo un hermano ¿Recuerda? Aquí solemos estar mucho tiempo

— ¿Todo el día?

— Algo así

— ¿Y en que momento hacen los negocios si se la pasan jugando todo el puto día?

— Hay tiempo para todo, todo está perfecto, tenemos un trabajador estrella que tiene calle de sobra y los socios suelen traernos buenos tratos cada cierto tiempo, así que podemos relajarnos un poco

— Parece que simplemente estás jugando

— ¿Ah si? Señor don sabelotodo dígame ¿Qué coño hace usted aquí jugando a los novios conmigo y no está pendiente de sus negocios? Si tan perfecto es entonces responda

— Te lo dije, tú naciste para ser mío, tenía que conocerte

— Pudo haber sido en otro momento ¿No le parece?

Corrupción (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora