Corrupción (En Corrección)

66: El Puente De Kalinov (Parte 4)

El rubio se encontraba observando el paisaje a través de una ventana, podía notar como estaba en plena tormenta de nieve, el joven suspiró ante ello, con ese clima el escapar era imposible.

El joven yacía en el interior del hogar de su comprador, el viaje había sido complicado, pues el no dejaba de protestar que no quería ir con él, pero tampoco pudo hacer gran cosa, su cuerpo estaba demasiado agotado como para poder huir lejos, fue así que terminó llegando a su destino junto a aquel hombre.

Fedor mientras tanto, se había dedicado a sus labores dentro de su hogar, asegurándose de que todo estuviese en orden para la estadía de su muy pronto esposo, en verdad presentía que las cosas serían muy difíciles, pero aún así quería darlo todo por él, sería cuestión de ser paciente y de brindar atenciones hacia Toni, todo sonaba bastante bien dentro de su cabeza.

Después de unos minutos Fedor ingresó a la habitación donde estaba sj pareja, el mayor aún seguía fascinado ante la gran belleza de su prometido, este al verle tan solo le ignoró y continuó mirando hacia la ventana.

- Será mejor que vayas a la cama, el frío es muy fuerte aquí - pronunció el mayor

- No quiero

- No seas un niño testarudo, haz caso de lo que te estoy diciendo, no quiero que te enfermes

- Sólo déjeme en paz señor

Fedor frunció ligeramente el ceño, sus pasos se dirigieron apresuradamente hacia el chico, a quien cargó en brazos como si un costal de papas se tratase, fue entonces que el hombre se acercó a la cama en donde dejó caer el cuerpo del rubio, Toni de inmediato se dispuso a lanzar maldiciones respecto a ese hombre, Fedor tan sólo se centró en sacar unas sábanas y arrojarlas en la cama.

- Cuebrete bien

- Solo déjeme tranquilo - el rubio tomó las sábanas y se cubrió por completo, acto seguido cerró los ojos con la esperanza de poder conciliar el sueño y que al despertar nada de eso estuviese ocurriendo

Los ojos del chico se abrieron nuevamente al notar como Fedor se sentaba en esa misma cama, el rubio levantó la vista, tan sólo para notar como Fedor se retiraba la camisa y se disponía a jalar de las sábanas para arroparse también.

- ¡¿Qué coño cree que está haciendo? - exclamó el rubio

- Voy a dormir, tengo sueño

- Pero... Váyase a otra habitación, estoy seguro de que tiene más

- Si, pero tu eres mi pareja, es normal que tengas que dormir conmigo

- ¡No es normal! Yo no me voy a casar con usted, no lo conozco de nada

- Cuanto más pronto lo asimiles, más pronto te acostumbrarás a la idea

- De ninguna manera, yo no soy su objeto, usted no es mi dueño, solo déjeme ir

- ¡Toni! - el hombre sujetó las muñecas del chico para proceder a subirse sobre él, impidiendo así que se levantase - escúchame joder, eres mi prometido, vas a ser mi esposo sea como sea, tu me gustas mucho y en verdad quiero hacer las cosas bien contigo ¿Por qué no puedes poner de tu parte?

- Sueltame, no me gustas

- Te enamorarás de mi, de eso estoy seguro, sé que me odias ahora mismo, pero algún día tu corazón me va a aceptar y en ese entonces tú te entregarás a mi por tu propia voluntad

- Siga soñando viejo

- Eres mío Toni, piensa bien las cosas y no hagas tonterías

Fedor liberó su agarre, regresando a su lugar para posteriormente apagar la luz de la lámpara, Toni se quedó en silencio con los ojos abiertos ante tal oscuridad que le invadía, quería irse pero sabía que ese viejo era inteligente y se había encargado de poner trabas a sus intentos por largarse, además el clima era un fuerte adversario, pronto sintió los brazos de aquel hombre tomarte por la espalda, rodeandole hasta que el mentón de Fedor descansaba sobre el hombro del rubio.