100: Promesa (Parte 12)

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Habían pasado ya un par de días, tiempo el cual Toni usó para ponerse en orden con la organización, reuniones y una que otra misión extraña cuyo 95% era puro audio innecesario por parte del chino, por fortuna el rubio estaba más que acostumbrado a ejercer tanto su parte como líder, como la parte de su hermano, por lo tanto no hubo gran problema.

El omega se levantó del gran sofá de su hogar y se encaminó al refrigerador para tomar una bebida gaseosa, ciertamente estaba siendo un día aburrido, además de que Carlo no se había comunicado con él en todo lo que llevaba fuera de la ciudad.

Tras saciar su sed el chico regresó a su cómodo sofá, quería distraerse un poco por lo que al pensar sobre diferentes alternativas llegó a la conclusión de que tal vez podría salir un rato con su pareja. Sin demorar más, el rubio extendió la mano hacia su mesita de centro y tomó el móvil para así poder llamarle.

— ¿Qué pasá? — respondió el hombre con una voz ronca

— ¿Cómo que pasa? ¿No hay buenos días ni nada? Tú no tiene muchos modales supongo

— Me suda la polla los modales

— Tan temprano y ya andas con ese mal humor — sonrió

— ¿Y bien? ¿Qué necesitas de mi?

— Lamento haberte despertado de tu sueño al parecer... Pero quería saber si tu querías salir a pasar el rato conmigo

— ¿Tienes el día entero disponible?

— Sí ¿Por?

— Nada, simplemente quería saber si serías completamente mío por todo el día

— Descuida... No me voy a ir de tu lado

— Eso espero, te paso a buscar a tu casa, sólo dame unos 15 minutos para que pueda arreglarme

— De acuerdo, te espero

Toni colgó la llamada y encendió la televisión para ver algún vídeo en lo que su alfa llegaba por él, cabe decir que el omega había intercambiado uno que otro mensaje con el hombre durante los días que no se vieron, al parecer Conway estaba haciendo algunos preparativos para traer algunos empleados para asistirle durante su estadía en Marbella. Toni no sabía nada de la organización que el alfa dirigía pero podía intuir que definitivamente no era para nada una organización de mierda como las que se había topado tiempo atrás.

Al cabo de los minutos pactados, un par de golpes se escucharon en la puerta principal, el omega se levantó para abrir la puerta, desde luego que se trataba de su alfa quien había llegado.

— Eres muy puntual

— Odio la impuntualidad, así que debo dar el ejemplo de cómo hacer bien las cosas

— Ya veo, adelante

El alfa ingresó a la residencia, caminando hasta llegar a la sala donde pudo sentarse en lo que observaba al contrario levantar algunas cosas que estaban dispersar por el suelo.

— Creí que saldríamos — comentó el alfa

— Sí, pero yo aún no estoy arreglado, debes esperar

— Joder contigo... Así ya te ves bien

— Pero puedo verme aún mejor — declaró con una sonrisa — ¿Acaso no te gustaría presumir un poco a tu novio?

— No estoy interesado en esas cosas, con sólo saber que eres mío es suficiente

— Qué aburrido — el omega se posicionó frente al alfa, mirándole fijamente hasta que finalmente se decidió por acercarse y besarle

Corrupción (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora